El planeta se transformó en un lugar donde todo es desigualdad, porque mientras hay países que no tienen vacunas contra el coronavirus, en Estados Unidos se vencen y las terminan tirando a la basura.
Al menos 15 millones de dosis a la basura
Estados Unidos desperdició al menos 15 millones de vacunas contra el coronavirus desde el 1 de marzo pasado, según informó este miércoles la prensa local a través de información obtenida de las autoridades sanitarias.
El número de dosis desechadas fue reportado por los Estados o las farmacias que administran las vacunas a la red de Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), principal agencia federal de salud pública del país, según recogió el medio NBC, citado por AFP.
Se trata probablemente de un subregistro, ya que faltan varios Estados o agencias federales en los datos y los motivos contemplan fecha de caducidad vencida, error de dilución, problemas de refrigeración y frascos fisurados.
Cada frasco contiene varias dosis, por lo que una vez abierto el recipiente se debe usar todo el contenido en las horas siguientes o, en caso contrario, tirarlo por falta de uso.
El reporte de las farmacias
Dos cadenas de farmacias nacionales, Walgreens y CVS reportaron más de dos millones de dosis desperdiciadas cada una, y Walmart y Rite Aide, más de un millón, según NBC y la agencia de noticias AFP.
Según datos anteriores entregados por los CDC, entre el inicio de la campaña de vacunación estadounidense en diciembre de 2020 y marzo de 2021, apenas unas 200.000 dosis habían sido desperdiciadas, mientras que la mayoría de las 15 millones de vacunas se tiraron entre junio a agosto.
Esta cifra representa una pequeña fracción de las 444 millones de dosis distribuidas en el país desde diciembre y de las cuales ya se aplicaron efectivamente 371 millones.
Sin embargo, la desigual capacidad que tienen los Estados para adquirir vacunas parece no zanjarse, y varios países no pudieron hasta el momento inmunizar más que a una pequeña parte de su población, como es el caso de los de África.
Estados Unidos anunció a principios de agosto que había enviado a países extranjeros 110 millones de dosis de vacuna, y comenzó a distribuir a finales de agosto una parte de la donación de 500 millones de dosis de Pfizer prometidas a países de bajos recursos.