Tras llegar con ocho minutos de retraso a la estación de Hendaya, Franco no tuvo que esperar mucho para conocer exactamente qué quería el \'Führer\'. Exaltado por la humillante derrota de Francia en cuestión de mes y medio, Hitler consideraba al régimen español como un colaborador necesario para acabar con la solitaria resistencia de Gran Bretaña, buscando su ayuda para ocupar la estratégica plaza de Gibraltar.Un similar tono de abusiva impaciencia se espera a partir de hoy en la primera reunión formal entre Estados Unidos y Ucrania para poner fin, con mediación de Arabia Saudí, a la guerra iniciada por Rusia hace tres años. Tras la semana de la infamia que empezó en Naciones Unidas y terminó en el Despacho Oval, la cumbre no es precisamente una reconciliación sino una oportunidad para conocer los términos de la siniestra paz que Trump quiere imponer antes del 20 de abril, domingo de Pascua.Aunque se repite la palabra negociación, todo apunta más bien a una forzada rendición. Las expectativas de lo que puede ocurrir en la ciudad de Yeda no pueden ser peores: más extorsión por parte de la Casa Blanca, maniobras dilatorias que responsabilicen al Gobierno de Kiev por no querer el final de la guerra, o incluso la exigencia de concesiones adicionales a favor del Kremlin. Además, Ucrania se enfrenta al club de fans del poder absoluto de Putin, presidido por Trump pero en el que también milita Mohamed bin Salman , conocido tanto por el fútbol como por hacer kebab con sus disidentes.Noticia Relacionada estandar Si Estados Unidos y Ucrania ultiman el acuerdo sobre la explotación de las tierras raras David Alandete | Corresponsal en Washington Donald Trump planea anunciar el pacto durante su discurso ante el CongresoLa paz, cuestión prioritaria para cualquier democracia, es incompatible con la victoria que exige una autocracia. Mucho más que territorio, el Kremlin quiere control. El final de las hostilidades no es tan relevante para Putin como la supervivencia de su régimen, la restauración del histórico imperio ruso, la demolición del orden internacional basado en normas y del orden de seguridad europeo, revertir la ampliación de la OTAN y explotar el final del atlantismo. Y, ya puestos, borrar a Ucrania del mapa.