Aún no ha llegado al Despacho Oval, pero Donald J. Trump ya ha desatado una guerra comercial de escala mundial. En su primer anuncio de carácter político, el próximo presidente de Estados Unidos ha decretado aranceles del 25% a sus vecinos norteamericanos, México y Canadá , además de un 10% adicional sobre los ya existentes contra China . Este movimiento es una declaración de intenciones: EE.UU. se repliega, y Trump convierte el comercio con la mayor potencia económica en una herramienta para imponer sus términos. En esta ocasión, el objetivo es que los tres principales socios comerciales bajo amenaza de sanción asuman la responsabilidad de resolver los problemas migratorios y de narcotráfico que afectan a EE.UU. Los aranceles, que son impuestos sobre las importaciones, estarán en vigor, dijo Trump en redes sociales, «hasta que las drogas, en particular el fentanilo , y todos los inmigrantes ilegales dejen de invadir nuestro país«. Para México y Canadá, los aranceles del 25% a todos los productos son una declaración de guerra comercial de alguien a quien tienen por su socio más estrecho. Los tres países son parte de un tratado de libre comercio aplicado en 1994 y renegociado y ampliado por el propio Trump en 2019 . Noticia Relacionada estandar Si Asia ya espera lo imprevisible bajo el segundo mandato de Trump Pablo M. DíezLa nueva presidenta de México, Claudia Sheinbaum , tiene mucho en juego en esta inminente guerra comercial, dada la magnitud del comercio entre ambos países. Anualmente, el intercambio total entre Estados Unidos y México asciende a 855.000 millones de dólares, con exportaciones mexicanas que alcanzan los 495.000 millones, lo que deja un déficit comercial para Washington de 131.000 millones de dólares. Sheinbaum, en el cargo desde el 1 de octubre, ha enviado una carta a Donald Trump en la que advierte sobre una posible escalada arancelaria y subraya que los problemas fronterizos afectan a ambas naciones. «Usted debe estar al tanto también del tráfico ilegal de armas que llega a mi país desde EE.UU. El 70% de las armas ilegales incautadas a delincuentes en México proviene de su país. Las armas no las producimos nosotros, las drogas sintéticas no las consumimos nosotros. Los muertos por la delincuencia para responder a la demanda de drogas en su país, lamentablemente los ponemos nosotros«, escribió.Trump exige que México y Canadá refuercen el control en sus fronteras con EE.UU. y reduzcan la inmigración ilegal. Aunque el mayor flujo migratorio proviene de México, la Administración Biden ha logrado que el gobierno mexicano despliegue al ejército en su frontera norte y devuelva a numerosos migrantes hacia el sur, obligándolos a retroceder hasta Centroamérica. Esta estrategia ha dado resultados: en octubre, las autoridades estadounidenses detuvieron a 56.300 migrantes sin papeles, una reducción de dos tercios en comparación con el mismo mes del año anterior. Es, de hecho, una cifra menor a los cruces registrados en los últimos meses de presidencia del propio Trump, en 2020.Sin embargo, durante los casi cuatro años de mandato demócrata, se estima que unos 10 millones de personas indocumentadas han ingresado a Estados Unidos, lo que ha generado un caos en el que el crimen organizado y el narcotráfico han ampliado su influencia , según denuncias de los gobernadores de estados fronterizos. Ante este panorama, Trump ha prometido deportaciones masivas para expulsar a los once millones de indocumentados que se calcula residen en el país, aunque ese número no es oficial y su precisión es incierta.Segunda guerra comercial con ChinaEn cuanto a China, Trump justifica nuevos aranceles argumentando que, según las autoridades sanitarias estadounidenses, la mayoría de los componentes químicos utilizados para fabricar el fentanilo que se trafica desde México a Estados Unidos —responsable de 70.000 muertes anuales por sobredosis— provienen del país asiático.La mayoría de los aranceles impuestos a China durante la primera Administración Trump siguen vigentes. Entre ellos destacan un impuesto del 25 % sobre 250.000 millones de dólares en varias gamas de productos y otro del 7,5 % sobre 120.000 millones, reducido desde su pico inicial del 15 %. Además, Biden añadió en 2024 un nuevo paquete de aranceles escalonados, de hasta el 100% , sobre 18.000 millones en bienes como coches eléctricos , semiconductores y productos médicos.Los expertos económicos dudan de que los aranceles sean tan efectivos como Trump pretende, sobre todo porque uno de sus principales efectos podría ser el aumento de precios para los consumidores estadounidenses. Sin embargo, Trump dejó claro durante la campaña que los aranceles serían un pilar central de su política económica, llegando a declarar que «arancel» es «la palabra más hermosa del diccionario». «Un arancel es simplemente una palabra sofisticada para impuesto: es un impuesto sobre cualquier cosa que ingrese a este país desde el extranjero», señala Peter Simon , profesor de economía en la Universidad de Northeastern . Como cualquier otro impuesto, el dinero recaudado por los aranceles termina en las arcas del gobierno federal.El hecho de que este sea el primer gran anuncio político del presidente electo supone un giro radical en la postura tradicional del Partido Republicano , históricamente defensor del libre comercio y de la doctrina neoliberal frente al proteccionismo promovido por sectores de izquierda.Ahora, Trump inicia su mandato con una propuesta que no se aleja demasiado de las posiciones de políticos como Bernie Sanders . En 2019, cuando se le preguntó si usaría aranceles para proteger la industria estadounidense, Sanders respondió sin titubeos: «Por supuesto».Amenaza de aranceles a la UETrump ha amenazado con imponer aranceles a la Unión Europea , y varios gobiernos del bloque ya se preparan para posibles anuncios en ese sentido. El ministro de Economía alemán, Robert Habeck , advirtió que Europa debe actuar de inmediato para enfrentar esta amenaza. Según Habeck, la UE debe mantenerse unida y priorizar el diálogo antes de contemplar represalias, alertando que «al final, todos pierden» en una guerra comercial, informa AFP.El campo español, sin embargo, ya conoce de primera mano el impacto de los aranceles estadounidenses. Desde 2018, la aceituna negra de España sufre un arancel del 35 % impuesto por EE.UU. bajo el argumento de que las ayudas de la UE a los agricultores españoles perjudican injustamente a sus competidores estadounidenses, que no gozan de subsidios. Aunque en 2021 la Organización Mundial del Comercio (OMC) falló que estos aranceles americanos eran proteccionistas y obligó a EE.UU. a modificarlos , solo se redujeron al 31%, lo que sigue afectando muy negativamente a los productores andaluces.