Lejos de proyectar una imagen moderada y conciliadora en la recta final de la campaña electoral , Donald Trump ha elevado el tono y la tensión. En un discurso ante una multitud enfervorecida en Phoenix, el expresidente y candidato republicano prometió mano dura con la inmigración, lamentando que «América se ha convertido en el basurero del mundo» , una expresión inusual para un candidato que suele apelar al patriotismo. Aunque pareció consciente de haber ido demasiado lejos, Trump reafirmó su postura y prometió medidas extremas, como la pena de muerte para inmigrantes que cometan homicidios en EE.UU.El evento, celebrado en el estadio Mullett de la Universidad Estatal de Arizona, fue un repaso de las consignas que lo impulsaron en su primera campaña. Atacó a los medios de comunicación, a los que llamó «enemigos del pueblo», calificó a Kamala Harris de «corta de entendederas» y «persona de un coeficiente intelectual extremadamente bajo», y defendió la pena de muerte automática para inmigrantes condenados por matar a ciudadanos estadounidenses, reiterando promesas que ya hizo hace ocho años y no cumplió en su único mandato.En las gradas, unas 5.000 personas vitoreaban a su líder, una marea de gorras y camisetas rojas que comenzó a corear «fight» («lucha»), la palabra que Trump gritó con el puño en alto tras haber sido rozado por una bala en el intento fallido de asesinato en julio, en Pensilvania. Ese momento ya es parte del canon de Trump, inmortalizado en pantallas, carteles y camisetas.Noticia Relacionada Encuestas estandar No Trump avanza en las encuestas y estrecha al máximo la distancia con Kamala Harris Manuel Trillo Media de encuestas de la carrera a la Casa Blanca y situación en los estados clave donde se decidirá las eleccionesEn Arizona, estado fronterizo y clave en la contienda, Trump dedicó casi todo su mitin, de una hora, al tema migratorio. Afirmó que EE.UU. es «un país ocupado» y que el 5 de noviembre, cuando gane, todos celebrarán «el día de la liberación nacional». Se lamentó del ingreso de presuntos delincuentes de países como Perú, México, Venezuela, e incluso el Congo.Trump se centró especialmente en la banda del Tren de Aragua, una peligrosa organización criminal venezolana que ha llegado a EE.UU. desde México. Prometió 10 años de cárcel para cada inmigrante expulsado que reingrese ilegalmente y «pena de muerte automática» para los extranjeros que maten a un estadounidense estando en el país de forma irregular.Entre los asistentes al mitin, en este disputado estado, había muchos jóvenes, ya que el estadio está en una zona universitaria, además de numerosos hispanos. Según Edita Rovirosa, de 35 años, enfermera de padres mexicanos, Trump «sólo está contra la inmigración ilegal», y de hecho «apoya a los inmigrantes que llegan por vías legales».¿Cómo puede alguien de padres inmigrantes apoyar este tipo de propuestas? Para Wilmar Gallego, un joven de 23 años, estudiante de negocios y de padres mexicanos y salvadoreños, Trump «representa el verdadero sueño americano» , pero «por la vía legal». Gallego afirma que Trump «es el único que tiene el valor de decir lo que otros políticos no se atreven a decir sobre la inmigración y el crimen». Sus padres, dice, llegaron de manera legal y «trabajaron duro sin romper las leyes, y así es como debe ser». Según él, el problema no es la inmigración, sino «la falta de control y las fronteras abiertas».Este votante representa una fracción de los latinos que ven en Trump un defensor de la ley y el orden, a pesar de su retórica dura sobre inmigración. El voto latino será crucial en estas elecciones, representando casi una cuarta parte del electorado en este estado clave. Aunque Kamala Harris ha mejorado su apoyo entre los latinos en comparación con Joe Biden hace unos meses, aún no ha alcanzado los niveles de apoyo necesarios para asegurar la victoria en ese grupo demográfico clave.En Arizona , el 66% de los votantes hispanos apoya a Kamala Harris, mientras que en Carolina del Norte el apoyo es del 67%, y en Pensilvania, del 77%. Las encuestas generales en Arizona muestran aún un empate técnico. En 2020, Joe Biden ganó por un estrecho margen de apenas 10.000 votos.En este mitin, Trump estuvo acompañado de algunos de sus principales aliados, como el emprendedor Vivek Ramaswamy y el senador republicano de Florida, Marco Rubio. Rubio también lanzó ataques duros contra Harris, preguntando retóricamente si Harris hubiera ganado unas primarias. La multitud le respondió con abucheos mucho más audibles que los aplausos que recibió Rubio al ser presentado.No obstante, el mayor elogio de Trump fue para el famoso sheriff Joe Arpaio, ya jubilado, pionero de la mano dura contra la inmigración. Arpaio, de 92 años, se hizo famoso cuando, como oficial de policía del condado de Maricopa, aquí en Phoenix, encarcelaba a los inmigrantes en condiciones extremadamente duras , ganándose el apoyo de los republicanos y sentando las bases de lo que Trump dice y hace hoy en día. «Sheriff Joe, no hubo problemas con el sheriff Joe, nunca. Era duro y muy justo. Fue increíble. Muchas gracias, Sheriff Joe», dijo Trump.Arpaio fue condenado en 2017 por desacato. Un juez federal determinó que había ignorado repetidamente una orden judicial que le prohibía continuar con prácticas de perfil racial y discriminación contra los latinos en sus operativos de control migratorio. A pesar de la orden, Arpaio continuó deteniendo a personas basándose en sospechas sobre su estatus migratorio, lo cual violaba la ley. Poco después de su condena, Trump lo indultó.«El presidente Trump siempre me muestra mucho afecto, y cada vez que me ve reconoce mi trabajo para controlar la inmigración ilegal», dijo el sheriff a ABC después del mitin.