Solo la tormenta que cayó sobre la capital uruguaya hacia las 22:30 (hora local) hizo que la multitud de \'frenteamplistas\' se dispersara y regresara a casa la noche del domingo. Montevideo, que es el bastión electoral más fuerte de la coalición de centroizquierda, tuvo su costa llena de familias, parejas y jóvenes. En coche o a pie, ondeaban las banderas del partido, con las letras \'f\' y \'a\'.Las proyecciones señalaban la victoria en las elecciones presidenciales del izquierdista Yamandú Orsi desde el principio del escrutinio, aunque por un margen ajustado; así que la celebración comenzó temprano y cobró fuerza después de que su contrincante, el liberal Álvaro Delgado , subiera al escenario de su comando de campaña para pronunciar un discurso en el que aceptaba la derrota.Con más del 99% de los votos escrutados en las primeras horas del lunes, la Corte Electoral proclamaba a Orsi como ganador con el 49,8% de los votos. Delgado (Partido Nacional) obtuvo el 45,8%. La participación electoral fue del 89,4% de 2,7 millones de votantes registrados. «Esta ya no es una victoria de Mújica o de Tabaré Vázquez», afirma el politólogo Gerardo Caetano. «Estamos viendo una renovación generacional de la izquierda uruguaya».Noticia Relacionada estandar No Vuelco al oficialismo: el izquierdista Yamandú Orsi será el próximo presidente de Uruguay Sylvia colombo | Montevideo El presidente saliente, Luis Lacalle Pou, y el candidato del Partido Nacional, Álvaro Delgado, han felicitado a OrsiLa derrota de Delgado también significa la disolución de la llamada coalición multicolor, una unión de los partidos Nacional (liberal), Colorado (conservador) y Cabildo Abierto (ultraderecha). Aunque dejará el gobierno en marzo con más del 70% de aprobación de su gestión, el actual presidente Lacalle Pou no ha logrado mantener unidos los distintos intereses de la coalición y, por ello, no ha conseguido hacer de Álvaro Delgado su sucesor en la presidencia del país. En Uruguay no hay reelección consecutiva, lo que significa que el actual mandatario sólo podría intentar postularse de nuevo dentro de cinco años. Lacalle Pou, sin embargo, reconoció la victoria del \'frenteamplista\' antes de la divulgación oficial de los resultados y se mostró dispuesto a comenzar la transición presidencial esta misma semana.Uno de los primeros líderes de la región en felicitar a Yamandú Orsi ha sido el presidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva, con un mensaje efusivo a través de las redes sociales: «Ésta es una victoria de toda América Latina y el Caribe. Brasil y Uruguay seguirán trabajando juntos en el Mercosur y en otros foros por el desarrollo justo y sostenible, por la paz y en favor de la integración regional». Para Lula, la victoria significa más que una cuestión puramente ideológica. El brasileño estaba preocupado por el impulso que Lacalle Pou venía dando a un proyecto de un tratado de libre comercio aislado con China y por la presión para flexibilizar o incluso debilitar la propuesta de la unión aduanera del Mercosur. Orsi piensa lo contrario y en más de una declaración ha reforzado su intención de revitalizar el bloque. El líder de Paraguay, el conservador Santiago Peña, también apoya el trabajo con Mercosur y se apresuró en saludar a Orsi. Por su parte, el argentino Javier Milei felicitó a Orsi de forma más distante, mediante un mensaje enviado a través de su cancillería y dirigido al «pueblo uruguayo».La próxima reunión del Mercosur se celebrará el 6 de diciembre en Montevideo. Aunque será meses antes de la toma de posesión de Orsi, Lula espera retomar la presión para la firma del tratado entre la Unión Europea y el bloque.De la enseñanza a la políticaOrsi, de 57 años, fue profesor de historia en secundaria antes de iniciar su carrera política. Tiene experiencia en la administración pública, ya que fue dos veces intendente del mayor departamento del país, Canelones (500.000 habitantes). Su vicepresidenta, Carolina Cosse, de 62 años, que había perdido las primarias contra Orsi, fue en los últimos cinco años intendente de la capital, Montevideo.En su discurso del domingo tras la victoria en las urnas, Orsi afirmó que cree en la democracia y que gobernará «para todos los uruguayos»; también, que ha tomado nota de la pequeña diferencia entre las dos candidaturas. Algunas de sus promesas de campaña, sin embargo, difieren de las políticas de Lacalle Pou. No está entre sus prioridades, por ejemplo, otorgar exenciones fiscales u otros incentivos a la inversión extranjera en el país, algo que había cobrado fuerza en los últimos tiempos. Orsi afirmó que prefiere centrarse en políticas de justicia social.Ayudas sociales y jubilaciónEn los últimos años, la gestión de Lacalle Pou había aplicado ajustes en pensiones y ayudas para niños discapacitados y jubilados. Sin embargo, Orsi ha dejado claro que no busca aumentar la edad de jubilación, algo planteado por la actual presidencia.Una de las principales preocupaciones expresadas por los votantes uruguayos está relacionada con el aumento de los homicidios vinculados al narcotráfico. Uruguay ha pasado de 5 a 11,2 homicidios por cada 100.000 habitantes en menos de diez años. El opositor de Orsi, Delgado, tenía una propuesta más bélica para atajar el crimen organizado. Orsi, sin embargo, afirma que trabajará en políticas de prevención.Diálogo con la oposiciónNacido en una zona rural, Orsi era muy joven durante la dictadura uruguaya (1973-1985), pero comenzó a actuar políticamente al inicio de la redemocratización del país. Ideológicamente se considera un «hijo político» del veterano José \'Pepe\' Mujica, exguerrillero tupamaro que gobernó el país entre 2010 y 2015. Sin embargo, Orsi cree en un diálogo fluido y cercano con la oposición política. «No hay salida fuera de la democracia».El futuro gobierno no tendrá mayoría en la Cámara de Diputados, pero contará con una ligera ventaja en el Senado: 16 de los 30 escaños. Esto obligará a una gestión basada en negociaciones para alcanzar consensos.Los datos macroeconómicos favorecen a Orsi. La inflación interanual está en el 5%, muy lejos de la vecina Argentina (195%). Según el Banco Central uruguayo, se proyecta una inflación del 3,2% para este año. Para el cargo de ministro de Economía, Orsi ha elegido a un moderado de izquierdas: Gabriel Oddone, conocido por mantener un diálogo frecuente con el empresariado. Fue socio de una consultora privada y asesor del Banco Interamericano de Desarrollo, del Banco Mundial, de CAF-Banco de Desarrollo para América Latina y del Programa de Desarrollo de América Latina. Hasta ahora, es el único nombre confirmado del gabinete del presidente electo.