Un vuelo con inmigrantes venezolanos deportados por EE.UU. ha llegado este domingo a Venezuela. Es la primera vez que ocurre desde que el régimen de Nicolás Maduro dejara de aceptar vuelos de deportación desde EE.UU. hace unas semanas. Fue una respuesta por la decisión del Gobierno de Donald Trump de acabar con las concesiones, aprobadas por el Gobierno de Joe Biden, a Venezuela para que la petrolera estadounidense Chevron siguiera operando con el petróleo venezolano, una de las grandes fuentes de ingresos del Gobierno de Maduro.Ambos países llegaron a un acuerdo para cooperar en la deportación desde EE.UU. este fin de semana, que se concretó con un primer vuelo en el que iban 199 inmigrantes indocumentados. Entre ellos, había miembros de la banda criminal de origen venezolano Tren de Aragua, que ha sido recientemente declarada como organización terrorista por parte de la Administración Trump.El régimen de Maduro ha defendido que el acuerdo para retomar la aceptación de vuelos de deportación tiene que ver con el «resguardo de los derechos humanos» de los «migrantes venezolanos»; según dijo en un comunicado Jorge Rodríguez, presidente de la Asamblea de Venezuela y el principal negociador para este asunto con EE.UU.Noticia Relacionada estandar Si España, el país preferido para salir de Venezuela tras las restricciones de Estados Unidos Ludmila Vinogradoff | Corresponsal en caracas Brasil y Colombia son otros de los destinos que resultan más atractivos para emigrarEse primer vuelo se ha producido poco más de una semana después de que 238 inmigrantes indocumentados venezolanos fueron deportados de manera expedita, sin cumplir con los procesos legales habituales, a una cárcel de máxima seguridad de El Salvador. La Administración Trump les acusaba de pertenecer a Tren de Aragua y el presidente invocó una ley de 1798, pensada para tiempos de guerra, para hacerlo de manera exprés (un juez federal trató de pararlo, pero el Gobierno de EE.UU. incumplió su orden, en el principal episodio de choque institucional entre poderes en lo que va de segundo mandato de Trump).La decisión de Venezuela de volver a cooperar, sin embargo, podría tener que ver más con las presiones que vienen desde Washington. La semana pasada, el secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, aseguró que Venezuela sufriría «sanciones severas y en escalada» si seguía negándose a recibir vuelos de deportación. «Venezuela está obligada a aceptar a sus ciudadanos repatriados desde EE.UU.», escribió el jefe diplomático en la red social X. «Esto no es algo que está a debate o que se pueda negociar. Ni merece ninguna recompensa. Si el régimen de Maduro no acepta un flujo consistente de vuelos de deportación, sin excusas ni retrasos, EE.UU. impondrá sanciones nuevas, severas y en escalada».