Los choferes autoconvocados desistieron anoche de continuar con la amenaza de restricción del servicio público de transporte de pasajeros en la ciudad de Corrientes, ante la falta de apoyo de la Unión Tranviarios del Automotor (UTA). Si bien aseguraron a este diario que cuentan con el 70% de los colectiveros del Grupo Ersa a favor de la medida de fuerza, la circulación de las unidades está garantizada debido a que no avanzó el acuerdo total para concretar el paro.
Uno de los reclamos que los incentivó a anunciar el paro fue las deudas y la escala salarial y nacional incumplida. “Queríamos que la empresa nos garantice los aportes de asignación familiar que hace un año nos debe y que siguen siendo parte del salario por alimentos”, dijo el referente de los autoconvocados y delegado de la UTA, Carlos Araujo.
“Nuestro intento no es perjudicar a los usuarios ya que todos los días estamos conviviendo con ellos y también escuchamos sus problemas. Estamos llevando la lucha y tratando de llegar a nuestra escala nacional”, agregó el delegado gremial.
La medida de fuerza tampoco recibió el apoyo de la Unión de Conductores de la República Argentina (Ucra), quienes advirtieron que se trataría de una medida de fuerza ilegal al no ser inscripta en la Subsecretaría de Trabajo. También señalaron que en caso de concretarse el paro traería consigo represalias de la empresa contra los mismos trabajadores.