El Arzobispo de Corrientes, Andrés Stanovnik, encabezó la Misa Central que cerró la festividad de la Patrona Jurada de la Ciudad, Nuestra Señora de la Merced. El prelado saludó fervorosamente el aporte hecho para atender la urgencia sanitaria, pero recalcó: "la gente pide actuar con la misma urgencia contra otras pandemias como el hambre, la falta de trabajo y la intolerancia".
En su Homilía, monseñor Andrés Stanovnik analizó la realidad de la sociedad desde el lema que tuvo la Novena en honor a la Virgen de la Merced: "Madre, enséñanos a ser obedientes como San José".
Y en ese sentido se preguntó: "¿estamos dispuestos a ser obedientes? No es tan fácil. Obedecer no es hacer caso a la fuerza. Y eso no es lo que hicieron María y José: el obedecer los hizo libres de sus proyectos individuales"
Stanovnik recalcó que "La Merced es una advocación íntimamente ligada a la libertad, de la Patria y de nuestra Provincia"
Luego recordó el hecho histórico posterior al triunfo de la Batalla de Tucumán, cuando Manuel Belgrano entregó su bastón de mando como Jefe del Ejército del Norte a la Virgen de la Merced: "Eso es humildad plena: no atribuirse las victorias como propias sino de Dios, de la mano de María para alcanzar la libertad por todos queridas"
Monseñor resaltó las respuestas del Gobierno y de los equipos sanitarios ante la pandemia de Covid 19 pero apuntó: "la gente también pide que se actúe con urgencia ante otras pandemias, como el hambre, la falta de trabajo, la intolerancia. Nada debe interponerse a dar respuestas"
En directa alusión a los dirigentes políticos agregó: "que María nos enseñe a ser obedientes, a aprender a escuchar al otro y colocarnos en el lugar del otro", y en el mismo sentido señaló que "la humildad es la virtud de los fuertes"
"Me encanta estar al sol", dijo cuándo arreciaba el calor en plena tarde: "y no porque me guste sufrir calor, sino porque todos quienes tenemos un nivel de representación debemos estar al servicio del bien común. Y está bien que el otro esté aprovechando de la sombra", graficó