Un reconocido chamamecero que participó de la Fiesta Nacional del Chamamé contó a través de redes sociales el mal momento que vivió junto a su hijo con TEA y denunció la falta de capacitación policial y discriminación de personas con trastornos o discapacidades.
El cantante contó un momento de tensión que vivió en el Anfiteatro Tránsito Cocomarola en donde efectivos del cuerpo policial discriminaron a su hijo con Trastorno de Espectro Autista (TEA).
Se trata de Juan Pablo Barberán, uno de los artistas invitados durante la Fiesta del Chamamé que se llevó a cabo del 13 al 22 de enero en la Capital Correntina.
"Quiero compartir una muy mala experiencia que tuvimos en la Fiesta del Chamamé", relata Barberán en el inicio de un posteo en su cuenta personal de Instagram.
En el mismo, explica que su hijo Crecencio tiene TEA y al ingresar, quedó impactado con la pantalla gigante y la escenografía del anfiteatro por lo que junto a su madre decidieron acercarse al escenario vacío para que el niño pudiera acercarse a conocer más de cerca toda la estructura.
Sin embargo, luego de varios minutos un efectivo policial se acerca y junto con una linterna procede a pedirles que liberan la zona argumentando sobre la seguridad de evento.
Pese a que tanto el cantante como la madre del pequeño intentaron explicar el caso y que se retirarían una vez que el niño se encontrara más calmado y "regulara" su emoción, fueron maltratados por el efectivo de la fuerza que ante las explicaciones comentó “A mí no me importa, que se vaya a regular a otro lado ”.
"Más allá de la rabia personal que nos genera la actitud del señor, su atrevimiento, su enorme cobardía, la falta de respeto y empatía, no queremos que este sabor amargo se quede en una mala experiencia", continua el cantante en su posteo.
"No quiero dejar de compartir nuestra fiesta con mi hijo. No podemos esconder a las personas “distintas” porque “no encajan” o porque “comprometen” a alguien", expresó.
Para Pablo, el mensaje está dirigido a todas las personas encargadas de la seguridad de cualquier tipo de eventos y a la falta de capacitación y formación para poder tratar y vincularse con personas con TEA u otros trastornos o discapacidades asegurando una seguridad completa para todos.