Según algunos científicos, la luz azul que emiten tu celular, computadora y demás aparatos puede tener un impacto negativo en el sueño, la piel y el humor. Desde lentes de alta tecnología hasta sueros innovadores, ármate con algunos de los siguientes productos.
Si estás leyendo esto, ya es demasiado tarde.
A menos que sepas cómo cuidar la piel usando lentes y sueros expresamente diseñados para bloquearlas, millones de partículas minúsculas de luz visible de alta energía (HEV, por sus siglas en inglés) ya viajaron de la pantalla de tu teléfono, iPad o computadora hasta lo más profundo de tu piel, desde donde ya empezaron a desempeñar su función, que es lo contrario a la magia: descomponer la elastina y el colágeno necesarios para mantener a raya a las arrugas y conservar la piel firme y en su lugar.
El nivel de afectación depende de la cantidad de tiempo que pases bajo la fría mirada azul de la luz HEV, así como de tu nivel de inmersión en la carrera armamentista entre consumismo y patriarcado diseñada para que busques a toda costa mantener el rostro de una joven de 24 años hasta el día de tu muerte.
Pero la luz HEV (coloquialmente llamada “luz azul”) no sólo amenaza la vanidad. Además de la capacidad que puede tener tu timeline de Twitter de sacarte patas de gallo mientras el mundo arde, los científicos llevan tiempo advirtiéndonos sobre los impactos negativos de la luz azul en muchos ámbitos, desde el humor hasta el sueño y la vista.
Con el riesgo de recibir unos cuantos rayos más, permítenos explicarte qué es la luz azul, por qué es dañina y cómo te puedes proteger de este malestar claramente moderno.
Manual básico de la luz azul
Como decía tu profesor de física, los rayos de luz llegan en diferentes colores y cada uno tiene una frecuencia correspondiente. Cada color trae consigo sus propios efectos. Las pantallas de nuestros teléfonos, tabletas y computadoras emiten luz azul, que ha demostrado tener un impacto negativo en el sueño, la piel y el humor.
El porqué, en una palabra, son las hormonas. Las subidas y bajadas de hormonas como el cortisol sirven para generar un ritmo circadiano que nos da energía durante el día y nos ayuda a relajarnos en la noche. Pero un tipo específico de luz azul en el rango de 420 a 480 nanómetros, que se encuentra en aparatos artificiales como teléfonos celulares, perturba los ciclos naturales del cortisol, lo que reduce nuestra energía durante el día y nos altera en la noche.
La luz azul también tiene la capacidad de penetrar muy profundamente en la piel, lo que hace que se disparen los radicales libres y las inflamaciones que generan hiperpigmentación y marcas de edad. Otros estudios también indican que la luz azul daña una molécula del ojo llamada retinol, pues dispara una reacción química que podría ser tóxica para las células de la retina.
Armadura óptica
Aunque la forma más orgánica de regresar tu ritmo circadiano a su estado óptimo sería una desintoxicación digital rigurosa, una amplia variedad de productos han entrado al mercado para quienes simplemente no pueden (o no quieren) separarse de sus pantallas.
Quizá el bastión más efectivo contra los efectos de la luz azul sean los lentes contra rayos de luz azul. Las opciones abundan, pero quizá los más famosos sean los lentes BLUblox, diseñados en Australia como una especie de pantalla solar óptica contra la luz HEV.
Los armazones BLUblox se presentan en una gama de personalidades, desde la opción de armazón negro de aprendiz de arquitecto estrella hasta los lentes de aviador que usaría Bianca Jagger para montar a caballo. Hay tres tipos de mica que se pueden poner en cada armazón: las transparentes sirven para disminuir el esfuerzo ocular y los dolores de cabeza, las amarillas hacen todo lo que ayuda a regular el humor, en parte usando terapia del color, y las micas en azul bloquean físicamente la carga de luz HEV que, como se ha demostrado, perturba la melatonina y el sueño.
Luz natural
El fundador de BLUblox, Andy Mant, desarrolló la empresa cuando sus problemas de sueño lo metieron en la bibliografía académica sobre melatonina, y aprendió que la luz HEV afecta la producción de melatonina, inhibe el sueño y rompe nuestro equilibrio holístico. “Cualquier proceso biológico de nuestro cuerpo, desde cómo digerimos hasta cómo nos sentimos, se reduce al tipo de luz bajo la cual elegimos vivir”, dijo Mant
“Hemos creado cientos de soles artificiales en nuestros teléfonos inteligentes, televisiones, focos, luces del auto y electrodomésticos”, continúa Mant, que perturban nuestro ciclo circadiano natural. Así que, además de usar lentes protectores, recomienda enfocarse en volver a integrar al sol en nuestras vidas. “Ver salir el sol es la mejor forma de sincronizar los ritmos circadianos y también ayuda a estimular la serotonina y la dopamina. De tres a cinco descansos diarios al sol —al aire libre— pueden mantener nuestras hormonas de manera óptima y balanceada”.
Bloqueadores y sueros solares
Luego, por supuesto, está el tema de tu piel. Si los efectos envejecedores de la luz azul te preocupan y no quieres arriesgarte a exponer tu piel a los efectos potencialmente envejecedores de la luz natural del sol, entonces necesitarás más de un par de lentes contra la luz azul.
La luz HEV actúa como los rayos UVA y UVB, y penetra hasta una capa incluso más profunda de la dermis, más allá del área visible, para descomponer el colágeno, aumentar la producción de pigmento e incluso generar la aparición de melasma. (Afortunadamente, la luz HEV no hace mutar el ADN, y por lo tanto, no presenta riesgo de cáncer).
Por suerte, varias líneas de cuidado de la piel ya tienen disponible un bloqueador contra rayos HEV, como Royal Fern y Susanne Kaufmann. Según la dermatóloga radicada en Manhattan, la doctora Jessica Weiser, los bloqueadores solares con óxidos de hierro pueden proteger contra la luz azul, al igual que la adición de agentes botánicos como algas marinas, cacao de fuentes sustentables y extractos de plancton en productos para el cuidado de la piel. “Debemos aplicarnos antioxidantes al menos en la mañana para prevenir el daño oxidativo”, dice Weiser . “Como no puedes evitar las pantallas en este ambiente tecnológico, tienes que ser proactiva para evitar el daño potencial que pueden causar”.
Luz natural
El fundador de BLUblox, Andy Mant, desarrolló la empresa cuando sus problemas de sueño lo metieron en la bibliografía académica sobre melatonina, y aprendió que la luz HEV afecta la producción de melatonina, inhibe el sueño y rompe nuestro equilibrio holístico. “Cualquier proceso biológico de nuestro cuerpo, desde cómo digerimos hasta cómo nos sentimos, se reduce al tipo de luz bajo la cual elegimos vivir”, dijo Mant
“Hemos creado cientos de soles artificiales en nuestros teléfonos inteligentes, televisiones, focos, luces del auto y electrodomésticos”, continúa Mant, que perturban nuestro ciclo circadiano natural. Así que, además de usar lentes protectores, recomienda enfocarse en volver a integrar al sol en nuestras vidas. “Ver salir el sol es la mejor forma de sincronizar los ritmos circadianos y también ayuda a estimular la serotonina y la dopamina. De tres a cinco descansos diarios al sol —al aire libre— pueden mantener nuestras hormonas de manera óptima y balanceada”.
Bloqueadores y sueros solares
Luego, por supuesto, está el tema de tu piel. Si los efectos envejecedores de la luz azul te preocupan y no quieres arriesgarte a exponer tu piel a los efectos potencialmente envejecedores de la luz natural del sol, entonces necesitarás más de un par de lentes contra la luz azul.
La luz HEV actúa como los rayos UVA y UVB, y penetra hasta una capa incluso más profunda de la dermis, más allá del área visible, para descomponer el colágeno, aumentar la producción de pigmento e incluso generar la aparición de melasma. (Afortunadamente, la luz HEV no hace mutar el ADN, y por lo tanto, no presenta riesgo de cáncer).
Por suerte, varias líneas de cuidado de la piel ya tienen disponible un bloqueador contra rayos HEV, como Royal Fern y Susanne Kaufmann. Según la dermatóloga radicada en Manhattan, la doctora Jessica Weiser, los bloqueadores solares con óxidos de hierro pueden proteger contra la luz azul, al igual que la adición de agentes botánicos como algas marinas, cacao de fuentes sustentables y extractos de plancton en productos para el cuidado de la piel. “Debemos aplicarnos antioxidantes al menos en la mañana para prevenir el daño oxidativo”, dice Weiser . “Como no puedes evitar las pantallas en este ambiente tecnológico, tienes que ser proactiva para evitar el daño potencial que pueden causar”.