Nos esperan los días más calurosos del año, y para muchos, las vacaciones. Reencuéntrate con el sol pero hazlo preparando tu piel, hidratándola y administrándole cuidados naturales.
Hemos pasado mucho tiempo en casa esta primavera y, ahora que podemos salir al exterior, nos podemos encontrar con un sol de verano que nos altere la piel.
Además, la pandemia de la COVID-19 nos ha traído posibles irritaciones por el uso frecuente de mascarillas y de hidrogeles alcohólicos, incluso si están formulados para no irritar.
La función primordial de la piel es actuar como barrera de defensa del organismo frente al medio exterior. También ejerce una notable labor de intercambio de sustancias (absorción y eliminación). De ahí que con frecuencia se presenten en ella eccemas, irritaciones, granos, acné, heridas, verrugas, descamaciones, erupciones, resecamiento, etc.
Las enfermedades de la piel afectan a nuestra imagen y pueden generar ansiedad. Pero muchas veces también se resuelven con cuidados naturales muy simples y un poco de paciencia.
MEJORA LA HIDRATACIÓN DE TU PIEL
Algunos de los suplementos nutricionales más recomendados para problemas dermatológicos son los aceites vegetales ricos en ácidos grasos esenciales (ácido dihomogammalinolénico o DHGLA). Es el caso de los aceites de borraja, de linaza y de prímula, que se pueden tomar por vía interna o aplicar por vía externa.
Aceite de prímula. Resulta especialmente útil para el acné y la dermatitis.
Aceite de rosa mosqueta. Se aplica localmente sobre las pieles secas o con acné o dermatitis, y tiene un efecto regenerador.
Manteca de cacao. Resulta nutritiva e hidratante, y se aconseja en especial para las grietas. Se aplica de forma externa.
SUPLEMENTOS EFICACES PARA LA PIEL
Betacaroteno. Se encuentra en los alimentos vegetales de color amarillo, anaranjado y verde. Es antioxidante y el organismo lo transforma en vitamina A a medida que la necesita. Esta vitamina es esencial para el buen estado de las mucosas y de la piel.
Vitamina E. Se encuentran en frutos secos, semillas y sus aceites de primera presión en frío. Se puede tomar por vía interna y externa.
Zinc. Estimula la cicatrización y la respuesta inmunitaria.
4 PLANTAS COMO UN BÁLSAMO
Malvavisco (Althaea officinalis). Es muy rico en mucílagos, pectina y sacarosa, que en contacto con el agua forman una pasta que cura o previene la inflamación por quemadura.
Caléndula (Calendula officinalis). La flor se utiliza por vía externa como antiséptica y antiinflamatoria. Se aplica sobre eccemas, quemaduras, picaduras e irritaciones.
Árbol del té (Melaleuca alternifolia). El aceite esencial de las hojas de este arbusto australiano se usa como antiséptico local en cortes y abrasiones, quemaduras, picaduras, ampollas...
Aloe (Aloe vera). La sustancia gelatinosa que se obtiene de la porción interna de la hoja se conoce como gel de aloe. Se recomienda para los picores y como antiséptico e hidratante.
5 MASCARILLAS CASERAS QUE ACARICIAN EL CUTIS
No nos referimos a las mascarillas o tapabocas que protegen la boca y la nariz, sino a las que se aplican sobre el cutis como tratamiento hidratante, descongestionante o calmante. Estas últimas ayudan justamente a aliviar los problemas derivados de las mascarillas protectoras.
La piel se nutre sobre todo desde dentro, con los alimentos que ingerimos, pero también puede hacerlo desde fuera, en contacto con algunos de ellos.
Estas son 5 mascarillas que puedes preparar para diferentes casos. Solo tienes que mezclar bien los ingredientes hasta obtener la consistencia de un chocolate a la taza, aplicar la mascarilla en el rostro con un pincel y dejar actuar entre 15 y 35 minutos. Luego la retiras con agua fresca, sin jabón, o con agua de azahar.
Pieles secas: miel, avena y agua de azahar con un poco de aceite de rosa mosqueta. Puedes probar también con manteca de karité (natural, sin perfumes ni conservantes).
Pieles sensibles: mezcla avena, manzanilla, jugo de pepino y miel.
Bolsas bajo los ojos: aplícate rodajas de patata con infusión de meliloto.
Congestión solar: patata con agua de rosas o azahar.
Erupciones simple y picores: harina de avena con infusión de caléndula.
PREPARA TU GEL DESINFECTANTE
Como consejo final, te propongo elaborar tu propio gel desinfectante. Los de farmacia suelen llevar un 40% de alcohol, así que puedes mezclar 60 g de gel de aloe con 40 cc de alcohol.
El aloe resulta algo pringoso, pero ayuda a cicatrizar la piel y alivia la irritación y el picor. Asegúrate de que el gel de aloe sea de buena calidad y que no lleve conservantes. Es recomendable que el aloe sea de cultivo ecológico y, a ser posible, local.