Que tal? Nos encontramos nuevamente! Esta vez con la receta de chocoflan, que reúne dos de las mejores cosas del mundo: chocolate y flan! Nada puede salir mal… Aunque por algo se la llama también torta imposible, ahora vamos a descubrir que no es tan imposible como dicen y el resultado vale realmente la pena.
Sobre el chocoflan
Orígen de la receta del chocoflan
Como en la mayoría de los casos, las recetas nunca tienen un origen cien por cien comprobable, ya que cada región que la recibe tiende a tomarla como propia y a darle su propio nacimiento y desarrollo.
En el caso del chocoflan o pastel imposible, su origen se reduce a tres países: Italia, Venezuela y México. Posiblemente la versión que lo vincula a Italia sea porque también se lo llama pastel napolitano.
Lo cierto es que la receta del chocoflan es muy popular en Latinoamérica, sobre todo en México por lo que es muy probable que se haya originado en dicho país, siendo después llevado a otros países con sus diferentes nombres.
¿Por qué se lo llama “pastel imposible”?
Este apodo o segundo nombre se le da por la manera en que se hornea y por el resultado que se obtiene después de esto.
En el horno se invierte la capa de masa de pastel de chocolate con la capa de flan. A pesar de decirse que este proceso desafía las leyes de la pastelería porque las preparaciones cambian de lugar durante el proceso de cocción y nunca se juntan, ¿la magia existe? es posible…
Tengamos en cuenta que la preparación cruda del pastel de chocolate es espesa tipo brownie y la del flan tiene una consistencia líquida.
Entonces ¿cuál es el proceso de este sencillo chocoflan que hace que lo imposible sea posible?
En la serie America ‘s Test Kitchen, un científico especializado en gastronomía y pastelería explica que al combinar el bicarbonato de sodio y el suero de leche ácido en la masa del pastel, se produce un gas que hace que el pastel sea menos denso que el flan.
Entonces la ciencia está en que ponemos primero el caramelo, luego la mezcla brownie y después el flan pero al retirar del horno vamos a ver estos dos últimos invertidos.
Otro punto importantísimo para tener éxito en esta receta es la cocción en horno a baño Maria, esta forma de cocinarlo ayuda a que este proceso mágico ocurra sin problemas.
¿Cuánto tiempo dura el chocoflan?
Como cualquier natilla o flan, solo durará unos 3 o 4 días en la heladera. De todos modos, la mejor manera de conservarlo es envuelto en papel film pegado pero sin apretarlo.
Si guardamos el postre de esta manera vamos a evitar que agarre los aromas de otros alimentos en la heladera además de mantener la frescura del exterior. También evitará que el caramelo se endurezca más de lo debido o tome color blanquecino.
Antes de empezar
Ya dijimos que se le llama pastel imposible por el proceso que se realiza en el momento de cocción digno de un acto de magia pero, afortunadamente, no es imposible de hacer. Lo que sí va a requerir es seguir el paso a paso de manera correcta, tener cuidado y mucha paciencia.
Como el caramelo puede resultar un poco complicado de lograr y para no usar el caramelo líquido comercial listo para usar, te dejo en el link una explicación más detallada de cómo hacer caramelo para flan y postres sin fallar en el intento.
Receta del chocoflan: un postre sencillo
Rinde: 8 porciones.
Tiempo total de preparación y cocción: 2 horas.
Ingredientes
Para la torta de chocolate
- 125 gr de chocolate para fundir.
- 80 gr de mantequilla a temperatura ambiente.
- 3 huevos grandes.
- 125 gr de azúcar blanca (equivale a ½ taza).
- 80 gr de harina de trigo 0000 (equivale ⅔ taza).
- 2 cucharadas de cacao puro en polvo.
- 1 pizca de sal.
Para el flan
- 300 ml de leche (equivale a 1 taza y ¼)
- 4 huevos grandes
- 120 grs de azúcar blanca (equivale ½ taza)
Para el caramelo
- ⅓ taza de azúcar blanca
- 3 cucharadas de agua
Como hacer chocoflan en el horno
Elección del molde: Se recomienda usar uno de loza o metal, evitar los de silicona que pueden dificultar el desmolde. En el caso de esta receta se utiliza una flanera de 16 cm de diámetro por 10 cm de alto.
El caramelo
Prender el horno a precalentar a 190 grados (calor arriba y abajo).
Poner un cazo pequeño a fuego bajo para hacer el caramelo. Calentar el azúcar blanca y añadir agua solo para mojarla un poco. Es muy importante no remover con cuchara ya que esto hará que la mezcla incorpore aire y se cristalice. Cuando esté dorado retirar del fuego.
Enmantecar el molde o rociar con spray desmoldante y verter el caramelo en el molde intentando cubrir la mayor superficie posible. Reservar a un costado.
Mientras, preparar la torta de chocolate
Trocear el chocolate y colocarlo en un bol junto con mantequilla derretida. Mezclar estos ingredientes hasta lograr una crema uniforme. Reservar.
En otro bol mediano poner los 3 huevos, el azúcar blanca y batir hasta blanquear.
Incorporarlo a la mezcla anterior de chocolate y mantequilla. Volver a batir.
Mezclar la harina, la pizca de sal y el cacao en polvo con movimientos envolventes. Hacerlo hasta integrar todos los ingredientes.
Volcar la mezcla en el molde asegurando que quede parejo y bien distribuido. La mezcla brownie deberá quedar en su punto justo, ya que si queda muy líquida se puede malograr la receta.
Por último, preparar el flan y el horneado
Poner los huevos en un bol e incorporar el azúcar blanca y batir hasta integrar pero sin llegar a punto letra. Solo es necesario que blanquee un poco.
Incorporar la leche y batir nuevamente hasta lograr una mezcla homogénea.
Verter en el molde asegurándose que caiga la mezcla suavemente. Este dato es fundamental para que no se integre con la mezcla anterior. En caso de pasar esto no va a modificar en gran medida el sabor pero estéticamente se perderá el detalle característico de la receta.
Cubrir el molde con papel de aluminio y llevar al horno dentro de una bandeja con agua caliente y cocinar a baño María.
Hornear durante 1 hora a 180 – 190 grados. Se puede ir comprobando el estado de cocción con un palillo apto para esto.
Pasado el tiempo, retirar del fuego y dejar enfriar a temperatura ambiente. Luego llevar a la heladera durante 3 horas, aprox.
Para desmoldar colocar un plato sobre el molde y darlo vuelta con mucho cuidado. ¡Listo para servir!