Por María Laura Palacios, CEO de G&L Group
Deberían ser muchas más las mujeres estudiando y trabajando en informática. Además de llevar a las niñas a danza o a gimnasia, como se hace habitualmente, ellas también deberían ir a talleres de programación y tecnología para luego poder elegir lo que verdaderamente les gusta. Trabajar para eliminar los prejuicios según el género desde la escuela es esencial, como lo es garantizar que las niñas o adolescentes tengan un acercamiento a las carreras STEM con las que puedan identificarse y proyectar su futuro profesional.
Los estereotipos sobre qué personas están más o menos capacitadas para las disciplinas STEM tienen un peso enorme y disuaden a las mujeres a involucrarse en el sector. Existe el supuesto que las mujeres no tienen interés por estas disciplinas, lo que alimenta su desmotivación. La clave está en fomentar un ambiente diverso e inclusivo en el diseño y desarrollo de las carreras STEM.
Las mujeres desarrollamos muchísimas aptitudes para este campo. Tenemos pensamiento abstracto, ingenio, capacidad para resolver problemas y hacer muchas cosas a la vez. Sin una representación igualitaria en estos campos, la participación de las mujeres en la tecnología seguirá estando seriamente restringida, lo que también condiciona su acceso a empleos bien remunerados que hoy están experimentando un rápido crecimiento.
Estamos transitando la cuarta revolución industrial. Las tecnologías 4.0 son parte de nuestra vida cotidiana y las mujeres debemos ser parte de este proceso, incorporando la mirada femenina en el desarrollo de las tecnologías, ocupando los espacios de discusión y debate. En relación específicamente a la Inteligencia Artificial los algoritmos pueden replicar y hasta potenciar ciertos sesgos o prejuicios sociales, arrojando resultados perjudiciales para las minorías. Una forma de evitar este problema es precisamente si más mujeres ocupan espacios clave dentro del desarrollo de la tecnología. La posibilidad de tener miradas diversas en los equipos de trabajo mitigará cualquier ‘daño’ por sesgo sexo-género que pueden acarrear estas carreras o profesiones. Mujeres participando activamente en desarrollos tecnológicos podrían proveer soluciones diferentes a la sociedad.
Si bien se lograron avances en las últimas décadas no se trata solamente de la cantidad de mujeres en este campo, sino que las soluciones tecnológicas estén pensadas por y para todos.