Los datos sobre el nivel de educación financiera de los niños no son buenos. Es necesario que los más pequeños se habitúen a tratar con el dinero de una manera inteligente. La familia y la escuela son importantes para fomentar el hábito del ahorro, aprender qué es el dinero o convertirse en consumidores responsables, tres cuestiones esenciales para empezar a cuidar la salud financiera desde la infancia.
- Fomentar el hábito del ahorro. Fijar un objetivo de ahorro siempre ha funcionado bien en las familias. Por ejemplo, animar a los pequeños a ir guardando dinero poco a poco para comprar algo que les haga mucha ilusión. Ese debería ser el primer paso y, además, el esfuerzo finalmente tendrá su recompensa.
- Explicarles cómo se compra de manera inteligente. Hay que enseñarles a ser consumidores responsables y a no comprar todo lo que se les antoja. La filosofía de comparar precios y establecimientos es muy útil, así como buscar las características del producto para ver si cumple con todos los requisitos que necesitan.