No hay soluciones a la vista. Los productores yerbateros siguen en un escenario crítico, en el que el Gobierno sostiene su postura de mantener desregulado el mercado y no fijar un precio de referencia para el kilo de yerba, que está en 180 pesos mientras el costo de producirlo se encuentra arriba de 350 pesos. El reclamo se tradujo a una paralización de la cosecha por tiempo indeterminado, con algunos cortes de rutas que fueron posteriormente levantados antes de fin de año.
Una leve esperanza había aparecido a mediados de diciembre pasado, cuando el ministro de Agro y Producción de Misiones, Facundo López Sartori, se reunió con los productores que mantenían cortada la ruta nacional 14 y firmó con ellos un documento en el que se comprometió a gestionar una solución ante el Gobierno de Javier Milei.
En ese momento, luego de una extensa conversación, llegaron al consenso de exigirle al Ejecutivo nacional que establezca un precio justo sugerido de 450 pesos por kilo de hoja verde, con el objetivo de cubrir el costo de producción y además mantener una mínima rentabilidad para los productores.
Esto quedó en la nada. Ni el gobierno libertario contempló retomar funciones regulatorias para proteger a este sector de la economía ni la cosecha volvió a ponerse en marcha. Aun así, el conflicto expone un callejón sin salida, ya que la sobreproducción del 2024 alcanza para cubrir todo el año sin retomar la recolección de materia prima.
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El DNU 70/2023 que dictó Javier Milei a diez días de asumir al frente de la Casa Rosada modificó las normas que definían el funcionamiento del Instituto Nacional de la Yerba Mate (Inym) y le retiró facultades que le permitían fijar precios de referencia y regular la oferta, los dos focos de conflicto que terminan ahora, un año después, empujando a los productores yerbateros a paralizar la zafriña.
La derogación de la facultad que le permitía al Inym regular la oferta fue otra de las patas del problema. Los datos exponen que, en promedio, se producían anualmente entre 790 y 850 millones de kilos de materia prima, pero este año hubo un récord de 968 millones, lo que bajó fuertemente el valor de lo producido y derivó en los 180 pesos que están cobrando los agricultores.
En el sector aseguran que este escenario no deja otra posibilidad que no sea sostener un paro por tiempo indeterminado, algo que igualmente no hará escasear productos en las góndolas porque lo ya producido durante el 2024 -explicó semanas atrás a Conclusión el productor yerbatero y ex director por la Producción en el Instituto Nacional de la Yerba Mate- alcanza para abastecer al mercado por 13 meses más.
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El escenario actual pone en riesgo el proyecto de vida de miles de familias ligadas a esta economía. En el país -detalló el ex director del Inym- hay unos 13.500 productores registrados, de los cuales aproximadamente 12.500 son pequeños o medianos, que tienen una explotación de 15 o 20 hectáreas de yerba mate y con eso sobreviven el año entero. A ellos deben sumarse cerca de 20.000 obreros rurales, todos en jaque por el avance desregulador.
Cabe tener en cuenta que la baja del precio del kilo de materia prima que le pagan al productor no se tradujo en ningún momento a una disminución del valor del producto en las góndolas, algo que expone que no todos los actores de la cadena se encuentran padeciendo el escenario actual.
Según pudo conocer este medio, la totalidad de los cortes de ruta que se dispusieron durante diciembre para visibilizar el reclamo fueron levantados en el transcurso del mismo mes, pero el paro continuará por tiempo indeterminado, con la encerrona que configura la intransigencia de las autoridades nacionales.