Un hombre, aparentemente harto de las burlas a las que era sometido, asesinó a balazos a un compañero de trabajo y a su hijo, e hirió a un tercero, tras lo cual llamó a la policía y se entregó. Sucedió ayer al mediodía en la fábrica de hielo Polarcito, situada en Argandoña al 2800 de la ciudad de Córdoba.
Quiso evitar que le pegaran a un compañero de la escuela y lo mataron de una puñalada
La policía identificó al supuesto agresor como José Gustavo Suárez (41) y a los hombres asesinados como Ramón Rojas (55) y su hijo Damián (30). El menor de los Rojas iba con frecuencia a la fábrica. Si bien no era empleado, manejaba una camioneta que hacía repartos del hielo.
Un tercer trabajador, Hugo Herrera (50), fue herido pero con un elemento cortante, explicaron los voceros. Agregaron que, tras los crímenes, el acusado llamó a la policía y se entregó sin resistencia.
Si bien no se confirmó, la principal hipótesis es que el agresor decidió disparar a los Rojas porque se habrían burlado cotidianamente de alguna condición física suya.
En tanto, el empleado administrativo Herrera, que intentó detener la agresión de Suárez a las otras dos personas, está siendo intervenido quirúrgicamente en un hospital de la capital cordobesa por los cortes producidos por una tijera que le clavó el agresor en el cuello. Al momento de caer tendido en el suelo, Herrera habría simulado estar muerto, por lo que Suárez no le disparó, según los dichos de los policías que se encontraban en el lugar.
El fiscal Alfredo Villegas, quien lleva adelante la investigación, afirmó que se recibió un llamado al 101 "que en principio sería de la persona que en este momento se encuentra aprehendida por estas dos muertes y por herir a una tercera persona a la cual se le está realizando una cirugía en un nosocomio local". "Las dos personas fallecidas tienen disparos de arma de fuego, y si bien no tenemos todavía las autopsias, esas serían las causas de las muertes", continúo Villegas.
Asimismo, según lo relatado por los policías que se encuentran custodiando el lugar, el hombre mató primero al padre de los Rojas con un disparo en su rostro y luego atacó al hijo con un tiro en la nuca. No disparó a la tercera víctima por creerla fallecida. Los efectivos confirmaron que Suárez esperó en el lugar la llegada de la policía y que no se resistió al ser detenido.
"No se conocen los motivos, es muy reciente aún. Tenemos alguna información, pero todavía no está del todo profundizada. Serían todas cuestiones de desavenencias propias del ámbito laboral. Tenemos en cuenta que en esta pequeña fábrica sólo trabajaban estas cuatro personas", dijo Villegas.
Al ser consultado por presuntas burlas que las víctimas habrían realizado cotidianamente al agresor, Villegas respondió que "es muy prematuro dar una información que asevere eso, pero es una cuestión que se investiga". El fiscal tampoco dio precisiones en cuanto a las versiones que aseguraban que Suárez tiene alguna discapacidad de la cual se habrían burlado los Rojas. "No tenemos esa información", aseguró.
El hecho ocurrió en el tradicional barrio de San Vicente. Los vecinos se conmocionaron ante la noticia de dos personas que habían resultado asesinadas y una tercera herida de gravedad.
El propietario de la fábrica, Lázaro Cristóbal, comentó en declaraciones a la emisora radial Cadena 3 que el padre de los Rojas "tenía dos camionetas y que el hijo repartía con una", y aseguró que Damián no era su empleado. Sobre el supuesto homicida, dijo: "Era un tipo callado que ni hablaba, y que yo sepa no tiene antecedentes de violencia".
"Acá nadie molesta a nadie", aseguró el propietario de la empresa al ser consultado sobre si su empleado recibía burlas, y agregó que "él siempre estaba trabajando en su lugar de trabajo y no lo molestaba nadie". Ramón Rojas era el empleado más antiguo de la fábrica, ya que trabajaba desde que Cristóbal la compró en 1994.
