Más de 16 millones de toneladas se tira por año en Argentina. En el país de la comida, casi el 50% de las personas son pobres, y dos de cada tres niños sufre esta situación. Un gran porcentaje no puede acceder a todas sus comidas diarias.
El Banco de Alimentos Rosario reparte comida a más de 86 mil personas en la ciudad, a través de 368 organizaciones aliadas. Y unas 700 entidades se encuentran en lista de espera. La entidad recupera alimentos aptos para el consumo pero que se desperdician por una cuestión comercial y los distribuyen entre comedores escolares, centros comunitarios que brindan copa de leche y otras organizaciones solidarias.
«Para nosotros el hambre es un problema de gestión, no es que no haya alimentos, sino que no está direccionado para que llegue a quienes más lo necesitan. Es fundamental que los chicos se alimenten, no hay forma que un chico con hambre pueda ir al colegio y estudiar», remarca Inés Villavicencio en diálogo con el podcast de Conclusión, El Efecto.
De esta manera, se reparten productos que presentan errores de packaging, con fecha de vencimiento a corto plazo, así como también la sobreproducción de empresas de la industria alimenticia. Ingresan a la organización y, de forma eficiente y transparente, se distribuyen a entidades asociadas de ayuda directa a personas y familias de bajos recursos. Con un promedio de 70.000 kilogramos entregados por mes, la organización asiste a comedores, copas de leche, iglesias y escuelas, entre otros.
El Banco de Alimentos Rosario (BAR) es una asociación civil sin fines de lucro, que recupera y administra alimentos que no pueden ser comercializados pero que sí son aptos para el consumo. La Red Argentina de Bancos de Alimentos, que hoy nuclea a 16 bancos distribuidos por todo el país. El eje central de la misión de BAR es lograr reducir el hambre, mejorar la nutrición y evitar el desperdicio de alimentos. Cabe destacar que los alimentos que se proporcionan son de alto valor nutricional.
Para recaudar fondos, cada año el grupo realiza una cena anual solidaria, que este año fue un «éxito». Además, cuentan con distintos programas, como el que realizan junto a la UNR en el que se ofrecen capacitaciones para desarrollar oficios. «Creemos que el camino va por ahí, el problema es mucho más profundo, tenemos que hacer un trabajo integral», destaca Villavicencio.
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A su vez, días atrás se desarrolló el Gondolazo 2024, entre el viernes 13 de diciembre y el sábado 14 de diciembre. De la acción participaron más de 70 supermercados de la ciudad que contará con la ayuda de casi 1.200 voluntarios.
Como en cada edición recibieron donaciones de alimentos de primera necesidad como arroz, aceite, azúcar, fideos, harina, legumbres, polenta y puré de tomate que fueron distribuidos a más de 300 organizaciones sociales beneficiarias de BAR.
