El Gobierno nacional removió a Ignacio Yacobucci de su cargo al frente de la Unidad de Información Financiera (UIF), tras un escándalo interno que lo llevó a un fuerte cruce con el ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona.
Para su reemplazo fue designado el fiscal federal Paul Starc, quien a su vez es ex esposo de la abogada María Eugenia Talerico, ex vicepresidenta del organismo en la gestión de Mauricio Macri.
Pese a que fue Cúneo Libarona quien impulsó su nombramiento en un primer momento, lo cierto es que en las últimas semanas era fuertemente apuntado desde el seno del oficialismo por su desempeño antilavado y por ciertas actitudes como viajes frecuentes de primera clase.
Específicamente, le recriminaron no haber trabajado “con mucha transparencia” y aseguraron que no solo “no entendía la bajada de línea” de la administración, sino que además su gestión ante el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) había sido “pésima”, ya que “en lugar de dirigir termino siendo coordinador”, consignó NA.
Yacobucci había sido elegido en el cargo en febrero, y su apartamiento va en línea con la decisión del ministerio de marginar al entonces vice de la entidad, Manuel Tessio, que debió dejar su cargo en junio. Este último movimiento no cayó bien en la GAFI, lo que le otorgó blindaje temporal.
“Con el resultado de la evaluación establecido no hay razón para sostenerlo”, subrayaron desde el Ministerio de Justicia previo a la oficialización.
Además, aseguraron que intentó contratar a Talerico por una insólita suma en dólares, episodio desmentido por la protagonista, y remarcaron que el punto de inflexión en la fluida relación fue la llamativa decisión del hasta ahora funcionario de retirar querellas en causas contra el narcotráfico por mantener vínculos con los abogados defensores.
“El que trajo al borracho que se lo lleve”, citó NA la declaración a dicha agencia de un importante funcionario respecto a la decisión que tomaría el ministro de Justicia, en las próximas horas, reincorporado tras sus vacaciones en Chile.
Por su parte, Talerico, ex vice de la UIF bajo la presidencia de Macri, rechazó haber recibo un ofrecimiento de parte del titular de la unidad por más de 600 mil dólares para brindar asesoramiento a la cartera en el marco de la evaluación del GAFI que determina si las listas de países que no combaten el lavado de dinero.
Asimismo, acusó al vicejefe de Justicia, Sebastián Amerio, y al asesor presidencial, Santiago Caputo, de ejercer “un hostigamiento non santo en varias áreas del Gobierno, para los fines de cooptación de organismos de investiga y control”, y de pactar con la dos veces presidenta Cristina Kirchner para evitar que la UIF se presente como querellante en causas corrupción de gestiones anteriores.
“Es falso. Querelló a (Martín) Insaurralde y Cristina (Kirchner). La UIF es autónoma”, respondieron a esta agencia desde el entorno de Cúneo Libarona, y agregaron: “La GAFI dijo que no deben querellar las UIFs. En ningún lugar del mundo lo hacen porque están los fiscales para eso. Si la UIF persigue terminamos mal…Ya pasó con el macrismo”.