El incremento en el indicador fue de 5,5 puntos contra el primer semestre de 2019. La indigencia escaló al 10,9 por ciento y alcanza a 2,9 millones de personas en las localidades relevadas. El 56,3 por ciento de las personas de 0 a 14 años son pobres.
La crisis económica y social causada por la pandemia se hizo visible esta tarde en forma de números de pobreza e indigencia: la pobreza alcanzó el 40,9 por ciento de las personas durante el primer semestre del año, afectando a 11,7 millones de personas en 31 aglomerados urbanos que releva el Indec. De ese total, el 10,5 por ciento son indigentes, es decir, no alcanzan a cubrir una canasta básica alimentaria. Son 2,9 millones de personas.
Con respecto al primer semestre de 2019, la pobreza subió 5,5 puntos porcentuales, desde el 34,5 por ciento que registraba entonces el indicador oficial. La indigencia pasó de 7,7 a 10,5, con un alza interanual de 2,8 puntos porcentuales.
Más de la mitad (56,3 por ciento) de las personas de 0 a 14 años son pobres, aunque el mayor crecimiento con relación al semestre anterior se observó en los grupos de personas de 15 a 29 años, con un aumento de 7,1 puntos porcentuales. El porcentaje total de pobres dentro de este grupo es de 49,6 por ciento. De las pesonas de entre 30 y 64 años, un 36,2 por ciento es pobre. En la población de 65 años y más prácticamente no hubo modificaciones y se mantuvo en 11,4 por ciento bajo la linea de pobreza.
Las mayores incidencias de la pobreza en personas se observaron en las regiones Noreste (NEA) con 42,8 por ciento y Gran Buenos Aires (GBA) con 41,6 por ciento. Las menores se registraron en Cuyo (39,5 por ciento) y Patagonia (37,0).