Las ventas en los supermercados de la provincia de Santa Fe exhibieron en septiembre una caída del 31,8% interanual y acumularon diez meses consecutivos de desplomes, según detalló un informe del Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (Ceso). No obstante, los supermercadistas rosarinos aseguraron que la baja rondó el 20%, gracias a una mayor concurrencia a los comercios barriales, en detrimento de las grandes cadenas.
El estudio del Ceso indicó que en septiembre las ventas en supermercados alcanzaron los $81.345.677, un 31,8% por debajo del noveno mes del año pasado. Paralelamente, en el mismo período de tiempo los precios mostraron una suba del 296,9%.
En diálogo con Conclusión, el presidente de la Cámara de Supermercados y Autoservicios de Rosario y la Región (Casar), Sergio López, indicó que esta entidad registró una caída interanual algo menor, de entre el 18% y el 20%. El desfasaje, según señaló el comerciante, se debe a que el Ceso releva a grandes cadenas presentes en toda la provincia, mientras que el organismo rosarino también contempla las ventas en negocios más pequeños.
“Por la caída que tuvo el poder adquisitivo, hay muchos cambios en el comportamiento del consumidor, que ahora compra más en los comercios de proximidad, del barrio. Si bien eso lleva a que el desplome no sea tan fuerte, hasta que la gente no pueda convalidar los precios, el consumo va a seguir a la baja”, detalló López.
El empresario, además, observó que, si la caída persiste, las empresas que fabrican alimentos deberán “acomodar sus números”, para que los consumidores puedan mejorar su posibilidad de compra a pesar de no registrar una recuperación en su poder adquisitivo.
En relación a los rubros que más caídas sufrieron, López analizó: “Los más afectados fueron los productos que pueden ser reemplazados por marcas de segundos precios o regionales, las cuales tienen la misma calidad, pero son aproximadamente un 20% más baratas que las tradicionales”.
Al ser consultado por los precios, el supermercadista indicó: “Los proveedores ofrecen promociones, pero siguen siendo cautelosos a la hora de bajar directamente los valores de lista. Nosotros nos manejamos con los números que nos fijan las góndolas y las empresas. Siempre medimos sobre los productos que tenemos y vemos que, en promedio, los de consumo masivo subieron entre un 0,2% o 0,3%. Pero no nos confundamos con la inflación, porque el Indec toma otros factores como impuestos y tarifas”.
López estimó que los precios en los supermercados rosarinos van rumbo a un “amesatamiento”, pero aclaró que esto no se traduce en una mejora del consumo: “Que los precios bajen no significa que la gente tenga más dinero, y como los precios no bajan por lista, sino por promociones, posiblemente la reactivación se dé recién el próximo año”.
En esta línea, destacó que hoy los comercios más pequeños, como autoservicios o supermercados regionales, encuentran un escenario “totalmente competitivo” frente a las grandes cadenas multinacionales, en el cual, si no trasladan las promociones, no venden.
“Nuestro negocio depende exclusivamente de nuestras ventas, eso no les pasa a las grandes cadenas, que también son productoras y exportadoras y pueden trasladar rápidamente las promociones. Pero hoy estamos con una caída menor a la existente, podemos trasladar más promociones y eso nos permite tener más competencia. Antes no teníamos acceso a los productos de precios fijados, solamente lo tenían los grandes supermercados, pero ahora tenemos todos las mismas reglas, con la diferencia de que nosotros podemos ser más eficientes con las ventas porque el consumidor compra en su barrio”, explicó el titular de Casar.
Por otro lado, apuntó que los supermercadistas deben trasladar los aumentos de tarifas a los precios de góndola: “Nunca hubo una atención sobre eso, para acompañar al comerciante. Cuando vemos la conformación de la factura, es muy poco lo que depende de la energía consumida y mucho lo relacionado a impuestos. Esto también afecta a los consumidores, que necesitan pagar el servicio y no pueden venir a comprar. Tenemos una necesidad inmediata de tomar lectura de esto y ahí sí, con promociones de las empresas, con una atención en tarifas y servicios, podríamos ver una baja de precios y, por qué no, tener un 0% de inflación en algún mes del año próximo”.
Finalmente, López anunció que los supermercados de Rosario esperan con ansias el mes de diciembre, donde las ventas del sector suben en medio de las fiestas de fin de año.
De acuerdo al análisis del Ceso, las ventas en supermercados santafesinos vienen reportando caídas interanuales desde diciembre pasado. No obstante, el desplome más alto se dio en septiembre. Cabe recordar que en el noveno mes del 2023 entró en vigencia el programa “Compre sin IVA”, lo que impulsó las compras de alimentos básicos y podría ayudar a que la caída interanual sea más significativa.
“La tendencia negativa se replica tanto a nivel provincial como nacional. Durante septiembre, todos los rubros han experimentado descensos en términos reales, reflejando una contracción generalizada del consumo masivo”, apuntó el estudio, que dio cuenta de que las mayores bajas se reportaron en bebidas, artículos electrónicos e indumentaria, calzado y textiles.