El Gobierno de México debe fortalecer su mecanismo de inspección laboral y mejorar otros aspectos, con miras a reducir los niveles de informalidad y desigualdad, reveló el martes un estudio elaborado por las organizaciones «México, ¿cómo vamos?» y Oxfam.
El documento «El laberinto de la informalidad: mitos, trampas y realidades», reveló que con el 54,3 por ciento de la fuerza laboral sin acceso a la seguridad social, produjo que la informalidad laboral se convirtiera en la base de la economía mexicana.
La directora general de «México, ¿cómo vamos?», Sofía Ramírez, explicó que la informalidad laboral no es «una situación de privilegio o una decisión personal», sino una falla del régimen laboral.
«Si en realidad se quiere poner en primer lugar a las personas más vulnerables de nuestro país, no se puede ignorar la informalidad laboral durante más tiempo», advirtió Ramírez, citada en el estudio.
De acuerdo con la investigación, el financiamiento de la seguridad social en México se ha debilitado en los últimos 30 años, y el país destina solo 2,4 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) a ese rubro, muy por debajo del promedio de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), que es de 9,1 por ciento.
La informalidad laboral está definida como la situación en la que una persona trabajadora no cuenta con seguridad social o la protección legal e institucional correspondiente al tiempo trabajado.
El fenómeno afecta principalmente a mujeres casadas con hijos, de zonas rurales del este o sur, con poca o ninguna escolaridad, alertó el documento.
Ante ello, las organizaciones propusieron fortalecer la inspección laboral, crear un seguro de desempleo y aumentar las contribuciones a la seguridad social.
Del mismo modo, las minis, pequeñas y medianas empresas deben reducir costos de contratación, simplificar trámites y facilitar acceso al crédito, agregó.
La directora ejecutiva de Oxfam México, Alexandra Haas, apuntó que es necesario que las políticas públicas que se emprendan en los próximos años tengan un gran efecto sobre las condiciones laborales de las personas trabajadoras.
La economía mexicana, la segunda mayor de América Latina después de Brasil, creció un 3,2 por ciento en el 2023, pero las más recientes proyecciones de analistas apuntan a una desaceleración este año a una expansión del 1,46 por ciento.