El juez Juan Carlos Maqueda se despidió este viernes formalmente de la Corte Suprema de Justicia, organismo que dejó tras algo más de dos décadas de servicio y por haber alcanzado la edad para jubilarse, los 75 años, que cumplirá el próximo domingo. A la espera de que se destrabe en el Senado la designación de Ariel Lijo y Manuel García Mansilla, el Máximo Tribunal pasará a funcionar con tres miembros, Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Ricardo Lorenzetti.
Acompañado por sus familiares más cercanos, el magistrado bajó las escalinatas del Palacio de Justicia entre aplausos, música de una orquesta oficial y apretones de manos de decenas de funcionarios, asesores y curiosos que se acercaron para compartir el momento con el juez nacido en la ciudad cordobesa de Río Tercero.
Sin embargo, no todas fueron rosas en la despedida del juez supremo, quien fue durante muchos años diputado y senador nacional.
En su último día, dejando una vez más en evidencia la interna dentro de la Corte, Lorenzetti lo cuestionó por «ejercer presión» para que un funcionario se jubilara para designar a otro en su reemplazo.
Quien fuera titular del alto tribunal por más de una década le reprochó al cordobés no tener «ejemplaridad» y señaló que esa actitud «muestra una despedida con claudicaciones que sorprende». «Un triste final», sentenció Lorenzetti, quien también libra una guerra interna con Rosatti, actual presidente de la Corte.
Maqueda accedió al Máximo Tribunal en 2002, propuesto por el entonces presidente, Eduardo Duhalde. Fue legislador municipal, provincial y nacional, convencional constituyente (también en los tres niveles) y ministro de Educación de Córdoba.
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La semana pasada, en su discurso de despedida, Maqueda deslizó -sin nombrarlo- una crítica al presidente Javier Milei, al advertir sobre «los hombres que rinden culto a la personalidad, se consideran profetas y ponen en riesgo la convivencia democrática».
En un acto en el patio interno del Palacio de Justicia, al que no acudió Lorenzetti, el magistrado consideró que «la democracia vivió épocas mejores que las actuales» y pidió retomar «la moderación, la prudencia y la independencia del Poder Judicial».