Por Mónica López Ocón
En esta nota, novelas, cuentos y una antología de trabajos periodísticos de autoras y autores argentinos para pedirle a Papá Noel que los ponga en el arbolito.
Una selección de libros publicados durante este año que ya se va y que, por distintas razones, merecen ser leídos. De la novela al artículo periodístico, María Moreno, Fernanda García Lao, Adriana Riva, María Marta García Negroni y Federico Jeanmaire son lecturas recomendables para leer cuando se acerca el tiempo de vacaciones y se impone la necesidad de desconectarse de las obligaciones y disponer de un tiempo propio.
Una selección de crónicas, columnas, ensayos y artículos de diferentes épocas de la larga trayectoria de María Moreno, sin duda, una de las voces más destacadas de la escritura argentina. Esta antología cuyo subtítulo es Pequeño inventario de la Patria pop fue realizada por la propia autora y constituye uno de esos libros que resulta imprescindible tener en la biblioteca para leer, releer y consultar.
“Estas son mis crónicas escritas –dice Moreno en el prólogo – durante veinte años , en su mayoría para el periódico Página 12, medio tolerante con los estilos barrocos que atienden más a los personajes que a los hechos, se olvida de la noticia y permite pasarse de los caracteres exigidos por la pauta; toda una juventud de palabras para afuera y no moviéndome del escritorio como lo hizo Fray Mocho para escribir En el mar austral sin abrigarse ni marearse por los vientos de proa a popa de un inexistente carguero”. Editorial Sigilo
Una prueba de que el periodismo no siempre es efímero ya que hay páginas que merecen quedar en la memoria en pie de igualdad con los mejores cuentos o las mejores novelas.
Este último libro de Fernando García Lao revela lo extraño que es el mundo y lo extraño que somos cada uno de nosotros aunque llevemos una vida considerada “normal”, sigamos una rutina y seamos personas productivas.
Los cuentos de Teoría del tacto no nos revelan de a poco lo extraño que es el mundo, sino que nos sumergen desde la primera frase en su extrañeza. “Es que gusta que el lector esté desarmado –le dijo a Tiempo Argentino la autora-. Yo misma voy así a los textos y cuando siento que me están manipulando, abandono la lectura”.
Se trata de cuentos inquietantes en el que García Lao despliega un gran trabajo con la lengua que hace que el lector quede atrapado en cada una de las narraciones cuya longitud es inversamente proporcional a su densidad. Una colección de cuentos que indaga en la oscuridad de lo real y sumerge al lector en otros mundos que a veces no vemos aunque estén dentro de nuestro propio mundo. Editorial Entropía.
Un libro que se acerca con dosis iguales de humor y profundidad al mundo de la vejez.
Ruth es una mujer que ronda los 80 años, viuda, culta, judía y amante de las artes plásticas. Este personaje entrañable está inspirado en la propia madre de la autora y demuestra un enorme trabajo de observación que le permite acercarse al mundo de una anciana cuando ese mundo aún está lejos para ella.
Según la autora, Adriana Riva, la vejez está muy mal encarada en Occidente a tal punto que a mucha gente le da vergüenza envejecer. En el mejor de los casos, la ancianidad suele despertar cierta mirada indulgente frente a la persona anciana.
Como si se tratara de un producto “vencido, rara vez se pone el foco en aquello que aporta la experiencia de una persona anciana por lo que, la vejez puede ser vivida en muchos casos como una suerte de exilio, como una degradación que puede hacer que sean otros, generalmente los hijos, quienes toman la rienda de la vida de un anciano y deciden por él sin siquiera consultarlo.
Un libro entrañable que nos habla de un mundo que no muchos sienten la necesidad de explorar. Editorial Seix Barral.
Se trata de un libro de cartas apócrifas, en su mayoría de autores y personajes de la editorial de Robin Hood que editaba libros para chicos y adolescentes que tenían tapa dura de un intenso color amarillo y que hoy muchos recuerdan con nostalgia.
El libro, que apareció originalmente en 2013 con dibujos de Fidel Sclavo, fue reeditado sin los dibujos en este año que se va.
“Creo –le contó oportunamente la autora a Tiempo Argentino – que la primera que escribí fue la de Salgari que es, si se quiere, una carta más tradicional porque es la carta de despedida de sus hijos en la que explica un poco su historia y esa paradoja tremenda y maravillosa que es que él nunca había salido de Turín y, sin embargo, había imaginado esas peleas en la selva, a Sandokán, Los tigres de la Malasia y todo eso”.
Luego, se fue dejando llevar hasta construir que está compuesto por por pequeñas joyas de la escritura y la imaginación.
Si bien todas las cartas son apócrifas, todas están basadas en información fidedigna sobre los autores con los que trabaja.
María Negroni sostiene que “la poesía es la continuación de la infancia por otros medios”. Y en este libro lo demuestra cabalmente al escribir una suerte de “pequeños poemas en prosa” que tienen que ver con su propia infancia revivida desde el presente. Editorial Random House.
Un libro en gran parte autobiográfico que rescata el recuerdo de los seres queridos del autor. Paseante de cementerios tanto en Berlín como en Buenos Aires y en el pueblo en el que nació, Baradero, Jeanmaire habla de la muerte desde la este diario Argentino- la relación que tienen los alemanes con los cementerios: paseaban con los carritos de los chicos, corrían, tenían un bar».
«Entonces empecé a pensar en los cementerios que conocía que, básicamente, eran el alemán y el británico que quedan en Chacarita. Con mi hijo caminábamos los sábados e íbamos siempre ahí y nos metíamos. También pensé en el cementerio de mi pueblo, Bardero el que más conozco. En este libro me interesó trabajar, entre otras cosas, sobre la mentira de que los muertos son todos iguales”.
Un libro que al hablar de la muerte nos habla de la vida misma, de los recuerdos que forman parte de nuestra identidad y que son parte indisoluble de nosotros mismos. Híbrida Editora.