Por Tona Galvaliz
Hoy la Navidad es para muchos vivida como una época de fiestas, de celebraciones, de encuentros y de reuniones, de brindis, de regalos, de comilonas, de estrenos, de risas, de luces y adornos, de música y bailes.
¿Sabías que las fiestas navideñas se empezaron a celebrar a partir de la Edad Media y que Jesucristo no nació un 25 de diciembre?
El término Navidad proviene del latín “Nativitas” que significa “Nacimiento”.
La navidad tiene un sentido profundo y espiritual, se basa en la tradición cristiana del nacimiento de Jesús, pero no se empezó a celebrar hasta la Edad Media, cuando se estableció esa fecha para que los fieles prestasen menos atención a los ritos y ceremonias paganas del solsticio de invierno.
Fue un Papa de entonces quien fijo la fecha en el 25 de diciembre como día de navidad, precisamente para que las personas de la época prestasen menos atención a las fiestas paganas del solsticio de invierno y más a las celebraciones religiosas.
El momento de solsticio era considerado por muchas culturas como inicio del año, y ese siempre fue motivo de fiestas.
El solsticio de invierno es el día más corto del año. Esto es así porque se trata del momento en que la tierra está más inclinada con respecto al sol, y por ello recibe menos luz.
En esta nota quiero destacar que el solsticio de invierno indica el comienzo de un despertar de una conciencia más profunda sobre nosotros mismos y el mundo.
Es momento de grandes cambios, de transformación, tiempo de introspección, que nos invita a re-plantearnos el sistema de valores en que fundamos nuestra existencia, nuestros objetivos en la vida, nuestras prioridades, y en vez de buscar la seguridad y el bienestar en elementos exteriores (ya sean materiales o relaciones) podamos mirarnos y bucear aguas profundas, buscando en la voz interna que nos guía.
Cuando fuimos creados; nuestro Creador, (llámalo con el nombre que prefieras) nos hizo a su imagen y semejanza, esto quiere decir que en potencia tenemos en nuestro ADN todo lo que necesitamos para ser la mejor versión de nosotros mismos, y llegar tan lejos como queramos.
¡Que el milagro de navidad suceda! Mediante la reflexión conectar con esta riqueza navideña y espiritual.
Descubrir ese Dios interno que habita en cada uno de nosotros, y de este modo en todas las situaciones que parecen pérdidas o imposibles surja una luz de esperanza iluminando las noches más oscuras, los secretos mejor guardados, que cada ser humano con la alegría y gozo vuelva a nacer llevando una vida nueva en que valga vivir.
De modo que poco a poco se vaya disolviendo el sentido de egoísmo con su típica individualidad, en favor de un sentimiento noble y sincero de solidaridad, empatía y unión con los demás, en pos del bien común, produciéndose un cambio enorme en la manera en la que enfocamos y actuamos la vida, siendo cada quien ese cambio que tanto queremos ver en el mundo.
Una clave es el autoconocimiento. Conocernos a nosotros mismos, descubrirnos de una manera valiente y honesta, captando capacidades, talentos, habilidades, limitaciones y que ello nos permite encarar la vida con seguridad, confianza, actitud, aplomo y solvencia, incluso cuando tengamos que afrontar situaciones difíciles, adversad o dolorosas.
Es tiempo de madurar, evoluciona y crecer, ampliando nuestra mirada con su marco de referencia; trabajando la paciencia, la tolerancia, la comprensión, la aceptación, la reconciliación, encontrar significados valiosos a los sucesos que nos ocurren.
Para ello debemos ampliar nuestra conciencia, cultivar la curiosidad, la creatividad, el análisis de las cosas, reforzar nuestro crecimiento y desarrollo interior, ahondar en nuestra capacidad de meditación, contemplación y de percepción.
Para ir cerrando, más allá de las circunstancias, una útil lección navideña consistiría en construir un sistema de valores que proporcionen una base sólida para la vida y que nos permitan avanzar en el sendero de la autorrealización en pos de la plenitud.
¡Felices fiestas, feliz Navidad! Te mando un beso inmenso TG.
IG Tona Galvaliz. FB/LinkedIn. María Antonia Galvaliz. Counselor-Logoterapia-Biodecodificación-Coaching Ontológico y Sistémico- Speaker- PNL- Coaching WingWave- Escritora Columnista. Revista digital Quintaesencia.noticias