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Opinión del Lector

“No hay plan B, a quemar las naves “ -Desarrollo Humano-

María Antonia Galvaliz

Por María Antonia Galvaliz

En la vida diaria, la idea de "no tener Plan B" puede ser una manera de comprometerse plenamente con una meta, con un sueño, propósito; eliminando distracciones, tentaciones de renunciar, claudicar o bajar los brazos.

¿Sabías que la verdadera fortaleza emerge cuando uno establece que no hay otra salida y que el rumbo es por ahí: plan A?

El hecho de no tener un plan B exige lo mejor de uno mismo, pero, siempre que se tenga una razón valiosa, con fuerza y peso en el plan A.

En este sentido elegir no tener un plan B hace que la necesidad se convierta en aliado y empuje hacia adelante hasta que alcanzamos lo que nos propusimos.

También, promueve que eliminemos internamente las opciones que orienten a abandonar el propósito u objetivo del plan A y fuerza a avanzar sin vuelta atrás.

Hernán Cortés es el personaje de la historia al que se le atribuye la expresión "quemar las naves" dicho que refiere a la decisión de hundir sus naves -españolas- en la costa de Veracruz a principios de agosto de 1519 con la intención de invadir México.

La finalidad de inutilizar sus naves fue dejar claro a sus hombres que: “No hay otra opción más que lograr el objetivo”, establecer que la retirada era imposible y evitar que su tripulación se fugara.

Otros historiadores -dependiendo de quien la escribe- consideran que Alejandro Magno fue el primero en utilizar este método, en el siglo IV a.C.

Actualmente hay quienes suelen usar la frase “quemó sus naves”, sobre todo cuando una persona toma la determinación -radical- de dar un giro a su vida.

De modo que el hecho de dar la orden y desarmar las naves con su “todo o nada” fue una decisión estratégica no fue un salto al vacío. Al respecto, Cortez no quemo literalmente sus naves, lo que hizo fue que las barrenó, es decir, las perforó para inutilizarlas para la navegación. Y dispuso partes de la madera con la que estaban construidos los navíos para armar una especie de fortificaciones de la recién fundada Villa Rica de la Vera Cruz.

Es así que con semejante decisión Cortez manifestó que no hay vuelta atrás, que no existe otra opción más que el éxito. Además, entre otras, tuvo la finalidad de despertar el valor, coraje y determinación de su gente para conseguir los objetivos, que sus hombres lo den todo entregando su 100 %.

Concluyendo que la acción de "quemar las naves" es una metáfora que representa el hecho de eliminar cualquier ruta de escape, esforzarse para conquistar “el plan A” o morir en el intento, erradicando posibilidades y planes de escape con la convicción en el fuero más íntimo que no existe otra opción más que la victoria, convirtiéndolos en imparables.

La verdadera fuerza no se encuentra en la comodidad, sino en una decisión que queme el pecho, que contenga una razón valiosa que despierte la necesidad de ir por -plan A- “eso” que se quiere lograr, sintiendo como si la vida dependiera de ello, aquí en ésta instancia se alía el compromiso irrevocable con el objetivo establecido, actitud que agudiza la capacidad de ser más enfocados y decididos para conseguir la victoria.

¿Qué consiguió Cortez con su decisión estratégica?

El incremento del enfoque y la resolución sin un “Plan B”: Toda la energía se destina a un solo propósito: plan A, en que esa intensidad hace que las personas vayan más allá de sus límites.

Transformó la necesidad en fuerza: La necesidad se convierte en chispa de energía, que alimenta la voluntad. Cuando la supervivencia, la dignidad, el propósito están en juego, surge una fuerza interna que nos hace capaces de alcanzar lo que en otras circunstancias parecería imposible.

Enfrentar el temor, el esfuerzo, el sacrificio, el riesgo: “Quemar las naves” implica abrazar la posibilidad de sacrificio, de riesgo total, enfrentando los miedos en lugar de evitarlos, ir por el plan A, agudizando la creatividad e intuición, disposición y actitud que libera el poder para actuar sin dudar, lo cual puede ser decisivo en cualquier esfuerzo de vida.

Mentalidad de guerrero y ganador: Aquellos que avanzan sin miramientos hacia atrás desarrollan una mentalidad invencible y cada paso hacia adelante es el único paso posible, no hay lugar para la autocompasión, la indecisión o la duda.

Me despido regalándote estas 4 preguntas para reflexionar y una frase:

¿Cuál es tu plan A para este 2025? ¿Cuáles son tus naves? ¿Cuál de esas naves te atan a la zona de confort? ¿Qué naves estarías dispuesto a quemar para cumplir tus sueños? ¿Cuáles son intocables?

“Cuando se decidió que no existe otra opción el único camino es hacia adelante y lograrlo”

Te mando un beso inmenso TG.

IG Tona Galvaliz. FB/LinkedIn. María Antonia Galvaliz. Counselor-Logoterapia-Biodecodificación- Coaching Ontológico y Sistémico- Speaker- PNL- Coaching WingWave- Escritora Columnista- Desarrollo Humano personal y organizacional.

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