La delegación de Periodistas Argentinas que viajó a Corrientes para investigar el homicidio de Griselda Blanco apuntó contra la fiscal por giros en la causa.
En tan sólo cinco días, la causa por el homicidio de Griselda Blanco, periodista de Corrientes, dio tres giros que desorientaron a la delegación de Periodistas Argentinas que viajó a investigar el caso. Ante este panorama, los cuestionamientos recayeron sobre la fiscal de la causa, María José Barrero Sahagún.
El mismo día que se liberó al único imputado el periodista y ex pareja de Blanco, Armando Jara, se detuvo al empresario, Darío Holzweissig. Por otro lado, y pese a haber sido separada inicialmente de la investigación, la policía provincial formó parte de las reuniones con la delegación. Además, la fiscal desechó la carátula de femicidio.
Pese a la imputación de Jara por femicidio, tras cinco días detenido e incomunicado fue liberado y se detuvo a Holzweissig por homicidio simple "ya que no se había probado el vínculo personal", según indicó Barrero Sahagún. Tampoco lo calificó como agravado, ya que consideró que no había alevosía ni tampoco signos de violencia de género.
En lo que respecta al inicial apartamiento de la policía provincial, fue un pedido específico del Sindicato de Periodistas de Corrientes separarla de la investigación, puesto que la víctima había denunciado que estaba siendo amenazada para revelar sus fuentes, y que había recibido la misma mañana del crimen una carta documento del comisario Nicolás Romero.
Sin embargo, la comitiva de Periodistas Argentinas, conformada por Nancy Pazos y Claudia Acuña, se encontró al mencionado comisario y al subcomisario de la Comisaría Nº1 de Curuzú Cuatiá en la reunión formal que acordaron con la fiscal y las autoridades de la Policía Federal. Según les indicaron, fueron considerados debido a su conocimiento del área y supervisados tanto por la Federal como por la fiscal.
Además de estos giros, la delegación de PA también cuestionó la manera en que la fiscal calificó a Blanco de "amante y extorsionadora" a raíz de las conversaciones que tenía con Holzweissig, en las que ella le solicita dinero y él le propone mantener relaciones sexuales.
Cabe destacar que el empresario de locales bailables fue por muchos años auspiciante de Blanco y desde hacía tiempo no abonaba su pauta, razón por la cual aún se investiga si tales conversaciones derivan de su vínculo comercial.
En última instancia, Periodistas Argentinas también cuestionó los motivos de la detención inicial de Jara. Según manifestó Barrero Sahagún, esta indicó que se habían encontrado sus pertenencias en la residencia de Blanco (una campera); que tenían una relación prexistente y que el perito forense indicó que el asesino tenía un vínculo con la víctima por el tipo de violencia hallada en el cuerpo. Pese a ser liberado, aún no fue desvinculado.
De esta manera, se sumó el tercer giro en la investigación de la fiscal, que comenzó considerando al caso un suicido, luego un femicidio con una detención y por último un homicidio simple, a modo de cierre de la causa. Ni las amenazas, ni las presiones que Griselda dejó grabadas en su audio fueron nunca una línea a investigar para la fiscal y ese fue el reclamo de todas las organizaciones de periodistas a las Periodistas Argentinas envió un informe detallado.
