En Curuzú Cuatiá, un menor de 17 años decidió terminar con su vida al dispararse en la cabeza con un rifle calibre 22. El hecho sucedió este último domingo en el barrio Santo Rosa en cercanía de una cancha de fútbol.
Quien divisó lo ocurrido fue un chico menor de edad, de 12 años, que solo se limitó a decir ante los agentes policiales “mi cuñado se pegó un tiro”.