La delegación de la Policía Federal en la capital de la provincia de Córdoba, según revelaron fuentes del caso a Infobae, detuvo tras meses de investigación a un hombre que pretendía retirar de la terminal de micros un paquete que a simple vista parecía, al menos sospechoso: veinte ladrillos en una caja para un total de casi 21 kilos de marihuana prensada.
El procedimiento fue ordenado por el doctor Alejandro Sánchez Freites, a cargo del Juzgado Federal N°2 en la ciudad, en una pesquisa que incluyó intervenciones telefónicas que permitieron establecer el punto de origen de la droga y su arribo a la capital cordobesa.
La marihuana era enviada desde Corrientes en el sistema de encomiendas típico de los micros de pasajeros. El hombre que fue detenido mientras buscaba el paquete, llamado Sergio Álvarez, dijo que no tenía idea de qué había adentro de la caja. Para los investigadores, la marihuana estaba destinada al consumo interno en la provincia, un lote para liquidar en el fin de la temporada.
Quien la envió fue mucho más precavido en su modo de packaging que los narcotraficantes promedio: cada bloque estaba sellado al vacío. A su vez, los ladrillos eran vueltos a embalar con cinta y papel film para evitar la detección de los perros anti-narcóticos frecuentemente apostados en la terminal de la ciudad de Córdoba.
Momarandu
