Recientemente, la Justicia de Saladas definió el sobreseimiento para el único acusado de matar a Feliciano “Primo” Lezcano, quien en 2017 fue ultimado de un disparo en su propia casa, cuando sorprendió a un ladrón. Indignación y dolor por parte de los familiares.
En poco tiempo, se cumplirán tres años del asesinato de Feliciano “Primo” Lezcano, un hombre de 79 años que fue ultimado de un disparo a sangre fría durante un intento de robo en Mburucuyá, crimen que esta semana quedó impune con el sobreseimiento del único imputado en la causa.
Lezcano fue asesinado en la madrugada del 18 de noviembre de 2017, cuando, dentro de su casa, descubrió a un ladrón, quien lo mató de un disparo en el pecho. El cadáver posteriormente fue lavado con lavandina para intentar cubrir rastros.
El homicidio fue descubierto gracias a que algunos de los objetos del anciano estaban apilados en el patio de la casa, lo que disparó la investigación. En ese sentido, los agentes policiales, al llegar a la casa de Lezcano (foto), miraron por la ventana y vieron que dentro de la residencia estaba el cuerpo.
Así es que, al poco tiempo, se allanó una vivienda, perteneciente al propietario de un coche visto en inmediaciones a la casa, donde fue detenido el sospechoso, quien llegó bajo arresto al juicio y finalmente fue sobreseído.
Dentro de la casa del sospechoso, se había encontrado un arma de fuego y la llave de la casa de la víctima, junto a un par de guantes dentro de una bolsa, que fueron guardados debajo de una madera, en el patio de esa residencia. Tras el asesinato del septuagenario, la localidad se movilizó para exigir que se esclarezca el caso. Lamentablemente, los reclamos de la ciudadanía aún no son atendidos ya que, días atrás, se definió el sobreseimiento del único acusado, por lo que hasta ahora, por el crimen no hay responsable para la Justicia. Debe aclararse que, pese a que hubo un solo aprehendido, por las características del hecho se presume que no se trató de un ladrón solitario. En ese sentido, se indicó que detrás del crimen habría existido el accionar de un grupo criminal de cuatro personas, tres hombres y una mujer, que ya participaron de robos similares.
El hombre detenido se presumía que era miembro de esta banda e incluso, un par de ciudadanos y una mujer resultaron demorados en el marco de la causa por el homicidio de Lezcano. Otro dato conocido fue que el imputado por el asesinato del septuagenario había sido demorado en otra causa: el homicidio de Ricardo Ruiz Díaz, de 51 años, encargado de una quinta citrícola de Pago Arias, también en Mburucuyá. Esto ocurrió en el 2016. Según se sostuvo con respecto a este caso, la falta de testigos y pruebas contundentes, en cierta medida, frenaron la causa. Con el sobreseimiento reciente en el caso Lezcano, se puede contabilizar otro crimen impune en la localidad de Mburucuyá en dos años seguidos.
El juicio
Del debate llevado a cabo en Saladas, sólo se tuvo como fuente de información a un hijo del fallecido, Roberto, quien vive en Buenos Aires y presenció el juicio vía internet. “Vamos a apelar el fallo. No tengo dudas de que él (por el acusado) es el culpable”, relató, al tiempo que se mostró indignado y con mucho dolor ante la clara impunidad que envolvió al caso. Con respecto a las audiencias, expresó que el imputado “relató que, como es remisero, llevó a unas personas afuera de la casa de mi papá. En el auto, admitió que vió el arma y que pensó que se la olvidaron, por lo que la ocultó. Si no fue él, mínimamente encubrió todo. De las llaves, nada dijo”, expresó.