Una sargento, con prestación de servicios en la comisaría Segunda, estaba de recorridas. En avenida Teniente Ibáñez divisó a uno de los prófugos en el asalto a un kiosco, sucedido el 23 de junio a la madrugada. Entonces, lo persiguió hasta atraparlo durante intenso forcejeo.
La valiente acción de una mujer policía permitió ayer detener a un joven que estaba prófugo, luego de participar en un robo con extremada violencia a un kiosco de la capital provincial.
Apenas reconoció en la calle al fugitivo, la sargento Miriam Ramírez, numeraria de la comisaría seccional Segunda, bajó de un patrullero, dio la voz de alto e inició una persecución a la carrera.
Segundos más tarde, Ramírez logró reducir al delincuente cuando trataba de encontrar refugio en una vivienda, a la cual ingresó sin permiso y en la que protagonizaron un intenso forcejeo.
Con la llegada de refuerzos trasladaron al detenido rumbo a la comisaría para quedar, formalmente, a disposición de la Justicia imputado en los delitos de robo calificado.
Fuentes oficiales informaron a época sobre la captura de Andrés L. en avenida Teniente Ibáñez del barrio Galván.
Pocos minutos antes de las 13, la sargento iba junto a un camarada en el patrullero interno C-326 al momento de divisar al joven de 18 años en la esquina de avenida Teniente Ibáñez y Alberdi.
Los efectivos sabían que ese sujeto fue uno de los tres malhechores que en la madrugada del 23 de junio entraron a un kiosco de calle Gobernador de la Vega casi Elías Abad, abriendo la puerta a patadas y portando un revólver.
En el comercio amenazaron de muerte a un empleado para robar una conservadora, algunas mercaderías y la recaudación.
A pocas horas del atraco, la Policía apresó al primero de los autores en una persecución desarrollada en los pasillos de un asentamiento. Mauricio A., alias "Mauri", de 18 años, tenía la conservadora que trataba vender.
El caso tuvo notable trascendencia pública mediante la difusión de videos de cámaras de seguridad que captaron en detalle el ilícito.
Mientras el damnificado observaba aterrado, uno de los asaltantes apuntaba con un arma, otro oficiaba de "campana" en la vereda y el tercero sustraía la conservadora, el dinero y otras mercaderías que alcanzó a "manotear" antes de huir.
Las filmaciones resultaron importantes a la hora de identificar a la banda de malvivientes. Ahora resta dar con el tercer asaltante prófugo.
"Impacta la impunidad con la que se manejan estos delincuentes y que todo siga como si nada", dijo Julián, propietario del comercio, en declaraciones a Radio Dos.
"Las medidas que venimos tomando nunca alcanzan. No sé si vamos a seguir en el mismo lugar, de esto dependen cuatro familias, es complicado. Podría haber sido peor", aseguró.