Dos hombres (un oficial y un cabo) y una mujer (cabo) iban en auto y quedaron envueltos en una riña callejera. Al intervenir otros efectivos habrían resistido con violencia. Quien conducía el vehículo fue demorado a varios kilómetros. Todos estarían alcoholizados.
Tres efectivos de la Policía de Corrientes, dos hombres y una mujer en franco de servicio, quedaron envueltos ayer en un verdadero escándalo en la capital provincial.
Fueron acusados de participar, en estado de ebriedad, en una riña callejera y resistirse a golpes ante sus propios camaradas que intervenían en el hecho. Uno de ellos conducía un automóvil y como saldo de una persecución (a la que se sumaron inspectores de Tránsito) estaría constatado que consumió alcohol en exceso. Todo empezó cerca de las 6:30 en el barrio Belgrano. Agentes de la Dirección de Tránsito vieron que cinco ocupantes de un Volkswagen Gol estaban junto a un joven que terminaba de ser apaleado.
Quien manejaba el auto decidió alejarse. Sus compañeros quedaron a pie y también trataron de irse, pero a poca distancia los cruzó una patrulla. Dos de ellos eran nada menos que cabos de Policía: Antonio R. y Estefanía R., quienes terminaron imputados de “atentado y resistencia a la autoridad”. Habrían tratado de impedir sus detenciones a puro golpes.
A decir de fuentes del caso, el auto relacionado al hecho fue alcanzado en un barrio cercano a Ruta 12. Lo conducía Mauro P., un oficial ayudante también de la fuerza provincial, quien mantuvo un acalorado altercado con inspectores de Tránsito.
Este hombre, trascendió en forma extraoficial, dio positivo al test de alcoholemia en una cantidad de 1.7, cuando la máxima permitida no debería exceder 0.5, según las leyes de tránsito.
Lo ocurrido generó mucho malestar en la institución y los involucrados cumplían arresto en sede de Bomberos.