Un hombre que había sido denunciado en varias oportunidades por violencia de género mató este viernes de un balazo a su expareja en una vivienda del partido bonaerense de Merlo. Tras cometer el crimen, el femicida se suicidó.
El hecho ocurrió alrededor de las 11 de esta mañana en una casa situada en Andonaegui al 300 del barrio Matera, en el mencionado distrito de la zona oeste del conurbano, donde Noelia Vanina Sánchez y Juan Carlos Castaño fueron hallados muertos con un disparo en la cabeza cada uno.
Fuentes policiales y judiciales informaron que personal de la comisaría cuarta de Merlo fue alertado por familiares de la víctima que habían escuchado gritos y detonaciones de arma de fuego. Al arribar al lugar, los efectivos ingresaron al inmueble y en la habitación matrimonial encontraron a la mujer tirada en el piso, sobre el pie de la cama.
Los investigadores determinaron que Castaño tenía varios antecedentes en la comisaría de la Mujer de Merlo por denuncias de violencia de género realizadas por la víctima. Las fuentes añadieron que el 29 de mayo del año pasado había sido detenido por "desobediencia reiterada y amenazas" ya que tenía una restricción de acercamiento.
La víctima de femicidio fue encontrada fallecida a raíz de un disparo en la cabeza y al lado del cuerpo había una vaina servida calibre 45, mientras que sobre la cama estaba Castaño también con un balazo en la cabeza y arriba de un mueble había otra vaina del mismo calibre.
En el marco de la investigación, la Policía secuestró en el lugar un arma de fuego 45 que será peritada para determinar si se trató del arma utilizada. El femicidio es investigado por la fiscal Marcela D'Ascençao, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 11 del Departamento Judicial Morón.
Según el último relevamiento de la organización Mujeres de la Matria Latinoamericana (MuMaLá) correspondiente al 15 de enero de este año, en Argentina ocurre un femicidio cada 22 horas.
El 76 por ciento de los femicidios fueron cometidos por parejas, ex parejas o familiares, mientras que el 63 por ciento de los femicidios fueron cometidos en la vivienda de la víctima o en la vivienda compartida. A su vez, el 19 por ciento de mujeres víctimas de femicidio ya habían denunciado a su agresor previamente.