El Tribunal Oral Penal Nº 2 de Corrientes condenó a Sergio Oscar Vallejos (32) a 22 años de prisión y a su compadre, Raúl Alejandro García (33), a 3 años de prisión por el salvaje asesinato del prestamista Marcelo Bogado (44), ocurrido a mediados de octubre de 2019 en el interior de una rotisería de avenida Laprida del barrio San Gerónimo de la capital correntina.
Vallejos fue condenado al ser considerado el autor material del brutal crimen llevado a cabo en la rotisería donde trabajaba y García como coautor del hecho.
El cuerpo en avanzado estado de descomposición de la víctima fue encontrado el viernes 18 de octubre de 2019 en una casilla precaria donde no había luz eléctrica, en el asentamiento del barrio Doctor Montaña. Estaba envuelto en una sábana y atado con unas sogas.
La Policía determinó que Bogado fue asesinado dentro del local de comidas, (las pruebas de luminol dieron positivo) antes de ser llevado a las afueras de la ciudad.
El resultado de la autopsia develó que le pegaron al menos tres mazazos en la cabeza y un puntazo en el cuello. Luego, lo envolvieron en una sábana y lo metieron dentro de la heladera. La pesquisa determinó que Vallejos había sacado un préstamo para comprarse una moto y Bogado iba todas las semanas a su rotisería para cobrarle la deuda de dos mil pesos.
De acuerdo con la reconstrucción que hicieron los investigadores, el sábado 12 de octubre la secuencia se repitió, solo que antes de que el prestamista se fuera el acusado lo llevó hasta el fondo del local, lo golpeó y lo remató con un puntazo en el cuello. Pero ese no sería el único escabroso detalle que se desprendió de la investigación: también se conoció lo que pergeñó Vallejos para poder deshacerse del cuerpo. Tras el crimen, el asesino contrató un flete para deshacerse del cuerpo, pero utilizó un engaño para conseguirlo: le dijo al conductor de la camioneta que tenían que trasladar carne de vaca. Lo acompañaba en ese momento García.
Marcelo Bogado se dedicaba a los microcréditos, pero por fuera del sistema legal. De hecho, en dos oportunidades fue detenido tras ser encontrado en cajeros automáticos retirando dinero, aunque de numerosas cuentas y con sus correspondientes tarjetas a nombre de otras personas. El 7 de junio de 2019 había sido atrapado en inmediaciones de la sucursal bancaria de la avenida Cazadores Correntinos casi Ruta 12: tenía 28 tarjetas de débito de otras personas y $55 mil. En 2018 también fue detenido en plena maniobra dentro de un cajero del microcentro, donde le hallaron 99 tarjetas y $100 mil. Bogado tenía un mercado delimitado por los planes sociales. La mayor parte de las tarjetas que le encontraron eran de beneficiarios de diversos programas oficiales.
