Uno de los hijos de la pareja fue quien se encontró con la terrorífica escena y dio aviso a la policía. La mujer fue detenida.
Un nuevo caso de violencia conmueve a la localidad bonaerense de San Fernando, donde una mujer apuñaló a su marido, escapó y se entregó por sus propios medios a la Policía.
El crimen fue descubierto por el hijo que tienen en común, quien despertó por la mañana debido a un fuerte golpe que escuchó del otro lado de la habitación. Con temor, el joven de 19 fue hasta el dormitorio de sus padres, desde donde había provenido el sonido que lo sacó de su sueño y se encontró con una imagen escalofriante. Su padre desangrado en medio de la habitación, muerto, y el arma homicida tendida sobre la cama.
Al no encontrar a su madre en la casa, el joven supo qué había pasado, y llamó al 911 para denunciar el crimen. "Mis papas cenaron sin ningún problema y se fueron a dormir", le contó a la Policía. Y agregó: "A las siete de la mañana escuché un golpe y cuando me asomé estaba mi papá bañado de sangre".
La mujer fue identificada como Rosa Quiñonez, de 49 años y de nacionalidad paraguaya. La víctima, identificado como Héctor López, de 44 años. De acuerdo con lo informado por fuentes policiales, Héctor y Rosa estaban separados hace un tiempo pero, según lo indicado por los vecinos, tenían buena relación.
El hombre vivía con uno de sus hijos de 19 años (era padre de mellizos) ya que ambos trabajan juntos como chefs, pero como tenían que hacer un trabajo particular cerca de lo de Rosa, decidieron pasar la noche allí.
Pasaron tres horas desde el crimen hasta que su madre se entregó en la Comisaría del barrio, a tan solo seis cuadras de distancia de su casa. Llegó a pie y se entregó en la comisaria segunda de San Fernando con dos prendas de ropa llenas de manchas hemáticas.