Se gastaron casi 700 mil pesos del Instituto de Vivienda para cortar pasto, levantar alambres en el cercado del Warnes Correntino y reponer veredas en su sede de La Rioja y San Martín.
En el INVICO no se reparan en gastos a la hora de cortar pasto, levantar alambrado o hacer veredas, por caso en el vetusto edificio de torres cercano a ‘las mil’ viviendas. Allí se destinaron casi 300 mil pesos para esos menesteres. En tanto que las veredas de la casona de La Rioja y San Martín, cotizada en un principio en 120 mil, finalmente se facturó en casi 400 mil pesos para bolsas de cementos y baldosas en esa esquina céntrica.
La intervención de Bernardo Rodríguez en el Instituto de Vivienda contrató servicios por la impactante suma de $287.000 según el Expediente N° 4.146/16 para la limpieza y el alambrado perimetral del emblemático Warners Correntino, sobre Avenida La Paz. Aquellas moles de cementos inconclusas en el barrio ex Aéreo Club que a pesar de sus fallas en la construcción, quieren habilitarlas como oficinas administrativas.
El desembolso se muestra como exorbitante, si se trata del simple corte del pasto alto y tendido de alambres que protege el perímetro para no ser invadido por vecinos de la zona.
Las extrañas erogaciones del organismo de Avenida Italia no paran de sorprender, cuando se hurgan sus archivos de inversiones. En el 2015 el INVICO pagó $388 mil por la reparación de la vereda de su anexo ubicado en la esquina de calles La Rioja y San Martín, cuando una contratista la había cotizado en $120.000, considerándose ya ese precio como muy caro. Sumado a tiempos que la bolsa de cemento, como los baldosines utilizados, costaban 100% menos que el valor actual.
Aquella vez el trabajo fue encomendado a una empresa propiedad de un ex titular de la Caja Municipal, cuando Carlos Vignolo oficiaba de intendente de la ciudad.
