En una decisión laboral insensible, la intervención del INVICO dejó cesante a un sereno, a quien le dijeron que “espere sentado en su domicilio”. Desde el Consejo Directivo Provincial de ATE, solicitaron al interventor del INVICO, Bernardo Rodríguez y al subinterventor Julio Veglia, la reincorporación de Juan Ramón Villalba que, desde julio de 2016, sin recibir ninguna comunicación oficial que notifique un cambio en su situación laboral, dejo de percibir sus haberes como “sereno”.
Villalba es un trabajador en relación de dependencia laboral en el INVICO hace 13 años, en la condición de prestador monotributista, cumpliendo funciones de sereno en el predio destinado al estacionamiento de automotores que se encuentra ubicado en el Puerto Corrientes.
Al dejar de percibir sus haberes trató de obtener una explicación, consultó a sus superiores inmediatos, quienes manifestaron desconocer la situación. Acudió para hablar con distintos funcionarios, incluido el interventor Rodríguez, quienes le manifestaron que tratarían de solucionar su problema y que “espere en su casa”.
Hasta el momento Villalba sigue esperando en su domicilio, sin que se solucione su inconveniente laboral. Su familia está conformada por su esposa y tres hijos menores, el más chico de tan solo dos meses de edad.
