Desde las ladrillerías de la ciudad señalaron que en sus centros asistenciales se incrementó la cantidad de comensales, con la presencia de familias enteras. Por otra parte, también solicitaron auxilio en materia de créditos y herramientas para poder reactivar las producciones perjudicadas por la creciente.
Debido a la creciente que registró el río Paraná desde fines del año pasado hasta el primer semestre de 2016 y a las inclemencias climáticas, las ladrillerías capitalinas vieron gravemente disminuida su producción y por ende la situación económica de cientos de familias del sector. Ante el panorama complicado, desde las asociaciones de ladrilleros manifestaron la necesidad de contar con asistencia económica para reactivar la actividad en los obrajes así como también reclamaron refuerzos de alimentos para los comedores comunitarios, los cuales comenzaron a recibir a familias enteras e incrementaron la cantidad de comensales con la misma cantidad de recursos.
“Los comedores de las asociaciones están saturados porque ya no sólo vienen los chicos, si no que ahora se sumaron las familias y no se les puede decir que no. Debemos arreglarnos con lo que tenemos porque a pesar de que pedimos refuerzos de mercaderías, hasta el momento no obtuvimos respuestas”, expresó en diálogo con El Litoral el referente de los ladrilleros de Punta Taitalo, Julio Abasolo. “Es muy complicada la situación porque las familias de ladrilleros siguen afectadas por el río y las lluvias, no pueden producir y no pueden mantener a los niños”, añadió.
“No hay trabajo para nosotros y ante la grave situación por la que pasan los ladrilleros, deciden mandar a los chicos a los comedores a pesar de que no están anotados, sabiendo que no se les va a decir que no. Es muy complicada la actualidad porque nuevamente aumentó el río Paraná y hay fuertes tormentas que no nos dejan producir”, explicó el lladrillero de Molina Punta, Juan Miño.
Los trabajadores de los obrajes, no sólo piden refuerzos en las mercaderías y partidas alimentarias de sus centros asistenciales, sino también solicitan asistencia económica o financiamiento para poder reactivar la producción de ladrillos y mejorar la situación. “Solicitamos algunos microcréditos para comprar materiales y herramientas y así reactivar las ladrillerías, pero no obtuvimos respuestas”, manifestó Abasolo.
“Los ladrilleros están atravesando una situación muy complicada desde hace casi un año porque no pueden producir de forma óptima”, añadió Miño.
