En el mes de noviembre, ingresaron a las arcas provinciales, alrededor de 74 millones de pesos, para el pago de los sueldos docentes. Esto implica alrededor del 15% de la nómina salarial, en una provincia como Corrientes donde solo se “blanqueó el 25% del Básico”.
El dato es significativo teniendo en cuenta que antes de la finalización de noviembre y con él cayó el telón para el ciclo lectivo 2016, los docentes correntinos urgieron una reunión con la ministra de Educación, ante las promesas incumplidas que devienen desde el mes de marzo de este año, cuando al cabo de algunas reuniones de las denominadas mesa de trabajo “gremios-educación”, se elaboraron una serie de ítems a trabajar durante el año; pero que, a la luz de los hechos y de las denuncias docentes, nunca se cumplieron.
Más importante aún, teniendo en cuenta los magros sueldos que se abonan a los maestros, liquidados por una administración radical que siempre se jactó de la previsibilidad y sustentabilidad, sin señalar completamente la veracidad de los hechos económicos ante las jugosas coparticipaciones federales que se recibieron durante todo el año y que, está visto, no se destinaron a recomponer los pobres sueldos provinciales y, mucho menos, los salarios docentes. Solventados en gran medida con aportes exclusivamente nacionales.
