Tras una semana de fuertes cuestionamientos al ministro de Medio Ambiente, Macri ya comenzó a reordenar los cabos sueltos.
En medio de las fuertes críticas al ministro Sergio Bergman por su incompetencia a la hora de resolver los reiterados incendios en las provincias de La Pampa y Buenos Aires, el Gobierno decidió comenzar a quitarle responsabilidades a la cartera que dirige.
La primera remoción fue el control sobre el saneamiento del Riachuelo, que dependerá directamente del Poder Ejecutivo Nacional, por medio de Boletín Oficial.
Según trascendió, la nueva reforma de la ley de ministerios, estará a cargo de un organismo, que debe estar compuesto por la Nación, la ciudad de Buenos Aires y la provincia de Buenos Aires y contará con tres representantes nacionales, dos bonaerenses y dos porteños, según la nueva reglamentación.
Además se resolvió que el titular de Acumar obtuviera el rango de Secretario de Estado. Dicho ente había pasado a la órbita de Ambiente el año pasado por iniciativa de Cambiemos pero los nulos resultados fueron acompañados de internas políticas. En los 12 meses, contó con dos directores ejecutivos y el último, Julio Torti, explicitó en su renuncia por escrito las diferencias con el rabino Bergman.
