El gobierno nacional paralizó el soterramiento del Sarmiento y suspendió a unos cien trabajadores de la obra debido a que no tiene fondos para continuar, informó el diario Clarín. Desde el gobierno aseguraron que continuarán con tareas subterraneas de mantenimiento, pero no seguirán con la tuneladora clave para avanzar con la obra.
La obra es ejecutada por el Consorcio G&S formado por dos empresas: Ghella, de origen italiano y poseedora del 71% del contrato, y Sacde (ex Iecsa), de capital argentino, que tiene el 29% y que el empresario Marcelo Mindlin le compró a Angelo Calcaterra, primo del presidente Mauricio Macri.
El plan inicial era eliminar en total 52 pasos a nivel de toda la traza del ferrocarril, que va desde el Oeste de la provincia hasta la estación Once, pero la tuneladora se detendrá en Villa Luro y faltarán 11 kilómetros de los 18 que les quedan.
Desde el gobierno no se hacen responsable de los trabajadores y alegan que ese es un problema "de la empresa". Desde el Ministerio de Transporte afirman que habrá "trabajos subterráneos", como la construcción de estaciones de pasajeros y la "ventilación del túnel construido".
Clarín además afirmó que también cesó la fabricación de anillos de cemento para el túnel y que quedaron en la calle 60 trabajadores que recibieron telegramas de despido.
