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Política Panorama semanal

En las manos de Macri

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Crédito: 72270

Que Gustavo Martínez haya salido a cuestionar con los tapones de punta al sector del PJ y al Frente Grande que habilitaron la boleta de Unidad Ciudadana en la provincia del Chaco es la señal más indeleble respecto de las seguridades que el gobierno de Domingo Peppo tiene en relación con las legislativas de octubre.

La posibilidad de una derrota como no ocurre desde que Jorge Capitanich recuperó el gobierno para el justicialismo en 2007 acosa a la primera mitad del gobierno de Domingo Peppo. A esto se refirió Martínez y no sólo a la posibilidad de que su padre Gustavo Martínez Campos no termine de acceder a la banca por la cual busca la reelección.

 

Las causales sí son motivo de análisis. El dirigente de la capital desparramó su ira. Una pública catarsis para intentar poner en blanco sobre negro lo que se juega en estos comicios. Es el futuro de la gestión actual y también su propio liderazgo, especialmente cuando Jorge Capitanich ya salió a advertir a quien quiera escuchar que él no forma parte de ningún modo de este tablero en donde Cambiemos apura el mate.

 

Lo que sorprende es que haya confusión –no tanto en el electorado como en la dirigencia-, así se pudo escuchar al alter ego del gobernador, Horacio Rey y al diputado provincial electo, Juan Manuel Pedrini prodigando acercamientos con Unidad Ciudadana para trabajar juntos, cuando no hay chances por lo menos hasta pasadas las elecciones de octubre.

 

Difícilmente haya retorno después de que Martínez le dijera “garrapatas” a los miembros del Partido Frente Granda, que todavía tienen un legislador en la Cámara de Diputados del Chaco. Si la banca que le birló el Aurelio Díaz y el Partido del Obrero al oficialismo lo alejó de los dos tercios, el destrato de Martínez podría poner todavía más distancia entre el Frente Chaco Merece Más y el diputado Daniel Trabalón.

 

Gustavo Martínez igualmente sabe que nada es absoluto para siempre en política. Hoy es el presidente del Concejo del que alguna vez calificó de “ladrón de guante blanco” en una imborrable sesión de la Legislatura provincial.

 

El impacto de sus palabras podrá medirse en número. Una cifra similar a la que consiguió Unidad Ciudadana en el Chaco tienen otros dirigentes que se presentaron a internas en el Frente Chaco Merece Más no contenidos por la candidata oficial, Elda Pértile.

 

Las listas Tres Banderas, la Corriente Provincial Kirchnerista y La María Eva, tienen casi 80 mil votos del total que obtuvo el Frente Chaco Merece Más, falta saber cuántos de ellos irán hacia Unidad Ciudadana, confundidos como dijo Gustavo Martínez o decididos sintiendo que este gobierno no los representa.

 

El otro detalle que no pudo resolver el gobierno provincial es la participación. Un 68 por ciento fue a las urnas el domingo pasado. Si las circunstancias se repiten más gente irá a votar en octubre y las lecciones que deja el incremento de votantes es que una mayoría se inclina por los candidatos de Cambiemos.

 

Igualmente el triunfo es todo un desafío para Aída Ayala y Alicia Terada. Los lugares donde Macri se impuso lo hizo con figuras del PRO, desconocidos que hicieron su campaña con la figura del presidente. Acá se juegan condimentos locales. La elección del Chaco, todavía no está nacionalizada.

 

Paralelamente lo resultados definitivos no sólo confirmarán el triunfo de Cristina Fernández en Provincia de Buenos Aires, sino que además otro de los principales distritos del país podrían terminar acompañándola como Santa Fe, aunque igualmente se da un fuerte crecimiento de Cambiemos, en provincias como Córdoba, San Luis, La Pampa, Santa Cruz, acosando de cerca en Salta y Chaco, poniendo en duda el poder real de la Liga de Gobernadores que parece a punto de naufragar antes de su nacimiento.

 

Uno de los señalamientos que más reflejan a falta de visión global de Domingo Peppo como dirigente provincial del Justicialismo fue haber dicho “A Macri quiere ganarle en el 2019”. Hoy está al borde de perder con él en 2017. Con ello justificaba un alineamiento casi sin condiciones que debería ceder sólo para atender los turnos electorales.

 

Con la creciente sombra amarilla que se cierne sobre su propio gobierno, como le ocurrió a José Schiaretti en Córdoba, acordarse tarde de hacer oposición tiene sus costos. Por más que Gustavo Martínez acuse a Unidad Ciudadana del Chaco ser funcionales a Macri, eso mismo es lo que Jorge Capitanich les advirtió a todos los gobernadores en sus primeros meses de relación con el gobierno nacional.

 

A esta altura de las circunstancias ya es necesario requerir un detector de “funcionales a Macri”, porque desde las diferentes visiones que existen sobre lo que está pasando pueden estar fuera del PJ, adentro, o incluso gobernando la provincia.

 

En ese todos contra todos se dejó en evidencia que la estrategia oficial carece de conductor y esta cuestión no puede atribuirse sólo a las “garrapatas”, está más bien intrínseca del nuevo tiempo que vive la provincia  desde diciembre de 2015 en adelante, más allá de que en el terreno nacional, sea Mauricio Macri el que esté sentado en Casa Rosada. Esto último es apenas una parte del contexto. El modelo de alineamiento fue una decisión propia de Domingo Peppo y sus seguidores más cercanos. 

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