Además de anular inversiones en pavimento, la gestión de Cambiemos achica hasta en gastos mínimos de funcionamientos: retiran dispensers de agua fría y caliente que estaban a disposición de trabajadores y vecinos en dependencias comunales.
Bidones vacíos agua potable se acumulan por deudas con proveedores. Inhabilitan canillas en patios y baños del palacio municipal. Los agentes acumulan enojos porque la mejora salarial fue del 14,9% para todo el año, la inflación ya supera el 16% en seis meses y eliminan horas extras, plus y adicionales especiales en el salario de trabajadores.
En las últimas horas el intendente de la Ciudad de Corrientes confesó que no cumplirá con una de sus grandes promesas de campaña, la de construir 1.000 nuevas cuadras de pavimento: “no creo que hagamos obras de pavimentación y no le voy a mentir al vecino”, señaló a la prensa.
El Jefe Comunal de Cambiemos reconoció que las políticas económicas del gobierno de Mauricio Macri le está generando severas dificultades financieras a su gestión. Al igual que el resto de las administraciones municipales y provinciales, Eduardo Tassano está obligado a profundizar el achique de inversiones en obras y en gastos de funcionamientos del Estado municipal por la crisis económica nacional.
Pero lo nadie imaginaba es que el ajuste llegue a niveles tan mínimos; como cobertura de necesidades básicas de trabajadores comunales, vecinos y contribuyentes que diariamente desarrollan sus tareas en el Palacio Municipal y edificios comunales descentralizados.
Los mismos agentes comunales viralizaron, en las últimas horas, información e imágenes del recorte del gasto en dispensers de agua fría y caliente que estaban a disposición de trabajadores, contribuyentes y vecinos en edificios municipales. Bidones vacíos agua potable se acumulan. El proveedor de ese servicio comenta que la Comuna mantiene una deuda, pero que además le ordenaron cortar con el servicio. Hasta inhabilitaron canillas en patios y baños de dependencias municipales, como en el palacio municipal.
El agua potable, fría y caliente, era un servicio habitual para los contribuyentes que pagaban sus impuestos en las ventanillas de ACOR ubicado en patio del Palacio Municipal. Los dispensers también estaban a disposición de los vecinos que iban a gestionar su tarjeta SUBE para el boleto estudiantil gratuito; pasajes gratuitos para jubilados y pensionados, beneficiarios de programas sociales. En los patios del Palacio Municipal ahora no quedó ni una canilla de agua potable habilitada.
Esta situación se repite en los edificios municipales descentralizados y delegaciones comunales. El enojo de los agentes municipales se acumula desde marzo pasado cuando fue noticia nacional el desproporcional aumento de sueldo, 60% en bolsillo y 270% al básico, que se otorgaron Tassano y más de 200 funcionarios políticos.
Posteriormente les anunciaron a los trabajadores una mejora salarial del 14,9% para todo el año; con una inflación oficial que acumula el 16% en los primeros seis meses y se proyecta el 33% para todo el 2018.
A los despidos encubiertos de agentes municipales contratados y precarizados; ahora la gestión de Tassano le suma al recorte la eliminación de horas extras, plus y adicionales especiales en el salario de áreas comunales claves (Higiene Urbana, Ambiente, Tránsito, Administración, recaudación y otros). Igual que en todo el país, el ajuste de Cambiemos lo pagan los trabajadores.
