La provincia del Chaco debería ser hoy el centro de atención nacional. Se bien se juega una renovación parlamentaria local, es el único distrito en tener elecciones. El dato, sin embargo, no parece interesar a los grandes medios nacionales, que recién ayer movieron sus redacciones para darle alguna cobertura.
Pero qué hace que estos comicios pasen en absoluta indiferencia a nivel nacional. Una de ellas, es que el nivel de polarización que padece el país con una fuerte división de tono ideológico en la provincia no se registra.
Si la madre de todas las batallas se dará en territorio bonaerense entre los frentes Cambiemos y Unidad Ciudadana, con la posibilidad de Cristina Fernández candidata a senadora nacional, el Chaco no aparece ni siquiera una escaramuza electoral que lo relacione.
El macrismo parece haber defeccionado de manera tácita. Sus principales dirigentes no pudieron o no quisieron venir a levantar la mano de los dirigentes o candidatos locales. 48 horas antes de estas elecciones, un mail del presidente Mauricio Macri proponía “quiero que conozcas a Aida Ayala”, más allá de si la ex intendente es conocida o no, debut electoral recién se producirá en agosto. Pero el tándem Carim Peche-Leandro Zdero va hoy a las urnas.
Una presencia simbólica de Nicolás Dujovne, más conocido por haber aparecido en las pantallas de TN tomando whisky con el periodista del diario La Nación, Carlos Pagni, que por sus resultados como ministro de Hacienda, fue todo lo que la estructura formal del Cambiemos pudo hacer aterrizar en la provincia.
El Frente Chaco Merece Más de la mano de Domingo Peppo y Jorge Capitanich ha abdicado de sus vínculos con Cristina Fernández. El intendente de Resistencia, aprovechó la campaña electoral para tener incluso un gesto con el presidente Mauricio Macri y agradecerle las obras que se ejecutan en la provincia, cuando hasta ahora sólo se lo escuchaba denunciar discriminación.
En algunos ámbitos se entiende el cambio de postura de Jorge Capitanich con la nueva lección que de la mano de Elisa Carrió baja desde el Congreso con el arrinconamiento que padece Julio De Vido. No hace falta explicar que ambos fueron compañeros en el gabinete, especialmente en el último gobierno de Cristina Fernández.
Mientras los dirigentes oficialistas provinciales se acercan al abrigo de las promesas del gobierno nacional, el gobierno de La Rioja dio a conocer cuál es su situación con una solicitada en medios gráficos nacionales, tomando como base la preocupación manifestada por la Unión Obrera de la Construcción (UOCRA) y un informe sobre la evolución de la obra pública en el primer semestre elaborado por el sitio especializado ConstruAR, las autoridades riojanas denunciaron que están “en el fondo” en lo que respecta a los llamados a licitación del Estado nacional, al ocupar el último puesto entre 25 distritos, con un monto de 254 millones de pesos. En la cima, Buenos Aires alcanzó los 36.746 millones.
El gobierno riojano también citó lo que el Chaco calla. Nuestra provincia se encuentra mucho más abajo que la mitad de la tabla y recibe inversiones de fondos nacionales por apenas 1.538 millones ocupando el décimo séptimo lugar, cuando Corrientes recibe casi el doble. La caída de los recursos nacionales destinados a obra pública es todavía mayor si se dividen los fondos aportados en relación con los habitantes. El lugar del Chaco en el contexto nacional es el vigésimo con 1.458 pesos.
En el medio, los habituales voceros sostenidos por el gobierno local salieron a bancar la relación nación-provincia accediendo a una entrevista con el ministro del Interior Rogelio Frigerio que faltó sobre la hora a un anuncio sobre la promoción de obra pública en vivienda.
Frigerio mostró otras cifras distintas a las que planteó el gobierno riojano. “Cuando asumimos, el Chaco recibía 12.000 millones de pesos y hoy supera los 20.000 millones”, no hubo voces en la provincia que salgan a contradecirlo. Al contrario, lo esperaban para que viniera a presentar el programa de construcción de viviendas con financiamiento compartido por los sectores público y privado. Tampoco vino, lo representó Aida Ayala, que forma parte del gabinete del Ministerio del Interior.
Frente a esto, el propio Domingo Peppo delineó el objetivo esperado para estas elecciones. El propio gobierno le baja el tono a esta elección en el contexto nacional. Junto a Gustavo Ferrer el primer candidato a diputado provincial dijo “necesitamos del respaldo para evitar que nos pongan palos en la rueda en Diputados”, dijo en uno de los reportajes que concedió a los medios locales en los que nadie, le preguntó por los muertos de Sameep, la desaparición de Maira Benítez o la Comisaría Segunda sin policías.
El Frente Chaco Merece Más promete mayor movilización. No parece una tarea difícil tomando en cuenta el altísimo ausentismo de las primarias del 4 de junio donde casi la mitad de la gente no fue a votar. En algunas horas todo quedará expuesto, aunque no se pueden esperar cambios. Ferrer, por ejemplo, no viene con la intención de presidir la Cámara de Diputados por encabezar una lista, una teoría que abordó en su momento Claudia Panzardi cuando le tocó ocupar el mismo lugar.
El espacio está reservado para Gustavo Martínez que mantendrá en el lugar a Eli Cuesta. Sus espacios no se tocan, tal como ocurre con Claudio Wettstein en Sameep o el tercer lugar en la lista de diputados nacionales, Gustavo Martínez Campos. Los tres son familiares.
Falta saber cuál será el resultado en Resistencia, si la mayor presencia de Jorge Capitanich ahora en campaña tendrá impacto para revertir la derrota de las primarias, pero en general no se pueden esperar muchos cambios. Todo está escrito con anterioridad. El destino de la provincia en manos de sus dirigentes.
