Según fuentes confiables, aseguran que el helicóptero oficial de la Provincia de Corrientes fue atacado por desconocidos durante su estadía en Gobernador Virasoro, donde Horacio Ricardo Colombi presidió los actos centrales por el nonagésimo aniversario de esa ciudad ubicada cerca de la margen derecha del Río Uruguay.
La aeronave, valuada en 5 millones de dólares (75 millones de nuestros pesos), habría terminado con sus vidrios rotos, aparentemente producto de una pedrada recibida o vaya a saberse con qué objetos contundentes, arrojados por desconocidos que después del perjuicio a un bien tan caro delEstado, huyeron hacia el anonimato.
De acuerdo a los trascendidos, los experimentados pilotos de la Dirección de Aeronáutica lo abrían aterrizado en una zona parquizada, aparentemente en lugar habitual para estas aeronaves, sin desconfiar de ningún ataque, como no había sucedido nunca hasta el momento. Lo cierto es que enterado el gobernador del hecho gravísimo de estropear su nave de vuelo, puso el grito en el cielo, arremetió con la supuesta custodia que estaba a cargo del predio y podría rodar alguna cabeza policial por semejante descuido.
Para recordar, el gobernador Ricardo Colombi avaló a través del Decreto Nº 1.525 la compra de este “Helicóptero BELL 429 WLG, Plate, con Tren Retráctil de Ruedas, nuevo sin uso, modelo 2014”. La aeronave costaría alrededor de 5 millones de dólares, según publicaciones online de la compañía proveedora. El mismo que en su momento compró el presidente del Paraguay, Horacio Cartes.
Ante de este atentado contra el gobernador, había presidido el viernes la celebración del 90° aniversario de la imposición del nombre a la localidad que está asentada junto a la Ruta Nacional N° 14, donde Ricardo Colombi instó a los virasoreños “a comprometerse para seguir transitando el camino del progreso”.
Gobernador Virasoro, celebró el noventa aniversario de la imposición de su nombre, hubo desfile con la presencia de los Granaderos a Caballo, entrega de distinciones a vecinos, y una gran alegría en la comunidad que masivamente se volcó a la arteria principal a compartir lo que se denominó una verdadera fiesta.
Sobre el final de la jornada, con el helicóptero roto, la cara del barbado mandamás y su malhumor, lo decían todo.
