El conflicto entre la Nación y la Ciudad por el futuro traspaso de los colectivos generó un debate incómodo en el seno de JxC; el aval de los gobernadores de Jujuy y Corrientes a la quita.
La polémica por la intención del Gobierno de traspasar el manejo de 32 líneas de colectivos a la Ciudad -que implicaría una quita de 13.000 millones de pesos en subsidios a la administración de Horacio Rodríguez Larreta- se coló en el tramo final del “retiro espiritual” de Juntos por el Cambio, que se realizó el jueves en Olivos, y generó un contrapunto entre los jerarcas de la fuerza que continuaba este fin de semana.
Cuando faltaban pocos minutos para que concluyera el cónclave, Maximiliano Ferraro, titular de la CC, tomó la palabra y sugirió que la coalición opositora incluya entre las conclusiones del encuentro un pronunciamiento para condenar una nueva decisión “unilateral” e “intempestiva” de la Nación contra la Capital, tras los conflictos entre ambas jurisdicciones por la quita de fondos de coparticipación o la presencialidad escolar. Larreta asintió y avaló el pedido de Ferraro.
Pero, enseguida, el gobernador radical de Jujuy, Gerardo Morales, los frenó: “¿Cuánto pagan ustedes el boleto? 18 pesos. Y los ‘changuitos’ en Jujuy lo pagan 50. Eso tampoco es justo”. De inmediato, otros referentes de JxC en el interior, como el cordobés Mario Negri, apoyaron el argumento de Morales, lo que desactivó el planteo de Ferraro y Larreta. “Ese tema no lo toquen; no está en agenda”, completó el jefe de la UCR.
Como otros mandatarios provinciales, atentos a cuidar el bolsillo de sus electores, Morales sostiene que es necesario discutir el reparto de subsidios (por las diferencias entre el AMBA y el interior del país) no solo en materia de transporte urbano, sino también en energía y agua. “En esto estamos todos de acuerdo. Es un viejo reclamo federal sobre los subsidios que se destinan al área metropolitana”, señalan desde la cúpula de la UCR.
Si bien no estuvo presente en el extenso encuentro de la cúpula de JxC en Olivos para vociferar su postura, el gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés, otro alfil del radicalismo, concuerda con Morales. De hecho, la administración de Valdés pidió semanas atrás que la Casa Rosada incremente los fondos que destina la Nación al norte del país para el transporte urbano. “El subsidio al AMBA es un 80% del total. Es demasiado”, apuntan cerca de Valdés. Es que el Gobierno giró el año pasado $28.000 millones al interior contra $180.000 millones para el AMBA y la Capital.
En rigor, Morales y Valdés, quienes participaron ayer de la cumbre del Consejo Regional del Norte Grande junto a otros ocho gobernadores y funcionarios nacionales, reclaman una mayor equidad en la distribución de los recursos en materia de transporte, para que el interior tenga un boleto similar al que se paga en el AMBA. Por su parte, el radical Rodolfo Suárez (Mendoza) ensaya una postura intermedia. Considera que la discusión por el reparto de subsidios requiere un abordaje integral. Desde su entorno cuestionan la decisión de la Casa Rosada de avanzar sobre el traspaso de colectivos a la Ciudad -otorgándole el control tarifario, pero sin los subsidios-, sin tocar los giros que destina a Buenos Aires, donde manda Axel Kicillof.
Funcionarios de Suárez consideran que es “injusto tocar solo” los subsidios destinados a la Capital. “No sirve sacar los subsidios a la Ciudad si no se trabaja sobre el verdadero agujero negro del país: la provincia de Buenos Aires”, indican fuentes del Ejecutivo mendocino. Días atrás, el senador Alfredo Cornejo se manifestó en esa línea: “La provincia Buenos Aires nos sale muy cara a todos y tiene el sistema más ineficiente del país”.
El subsidio al transporte urbano es el segundo mayor gasto de la administración de Suárez (cubre alrededor del 67% del costo del transporte). En esa provincia el boleto ronda los $35. “Es una presión enorme sobre las arcas provinciales (para evitar la suba de tarifas)”, admiten.
En el gobierno de Mendoza afirmaron que el problema se agravó cuando la Nación comenzó a correrse del pacto fiscal. “O se les da el mismo subsidio a todos o se lo sacan a todos”, comentaron.
En Uspallata creen que el intento del Gobierno de traspasar el manejo de 32 líneas de colectivos a la Ciudad, sin los subsidios, es un nuevo “embate” contra el distrito opositor. E insisten en que si la Casa Rosada decide avanzar con el traspaso de las competencias en materia de transporte requerirá un acuerdo y una ley, que incluya la transferencia de partidas. “No quieren pagar el costo político de subir el boleto. Es poco serio”, aseguran. Esa es la postura que llevará Larreta -habló de “un nuevo avance contra la autonomía” porteña- a la reunión con el ministro de Transporte, Alexis Guerrera, el próximo jueves. La Nación