Es lo que se observó en las actividades oficiales del gobernador en Goya. Ni siquiera las fotos oficiales pudieron disimular la falta de presencia de vecinos. Quienes aparecen son funcionarios: provinciales, municipales y algunos dirigentes “camuflados” como espontáneos ciudadanos. Dentro de la administración hablan de “sensibilidad” ante protestas o escraches y hay sospechas de que la interminable interna radical anide en esa acciones.
Extraños sucesos ocurren desde hace tiempo dentro de lo que son las actividades oficiales del primer mandatario provincial. Este pasado miércoles y jueves desarrolló múltiples actos e inauguraciones en la ciudad de Goya. “Hay que reforzar la gestión” respondió un funcionario de segunda línea con despacho en la Gobernación cuando este medio lo consultó por qué tanta actividad en el segundo distrito electoral de la provincia.
Incluyó además actividades en Carolina y Cecilio Echeverría, pequeños municipios cercanos a Goya. Cuando se le preguntó al interlocutor si estas maratónicas actividades gubernamentales son por los rumores de caída en las encuestas la respuesta fue el silencio.
Pero lo revelador fue lo acontecido en los actos protocolares en Goya. La escasez de público, incluso en las fotos oficiales enviadas por el organismo de prensa oficial que reporta todas las acciones del gobernador, se observa en las imágenes vació total.
Solamente hay presencia de funcionarios provinciales, ministros, secretarios, subsecretarios y sus pares del municipio local. Para explicar esta situación el funcionario consultado utilizó una palabra: “Sensibilidad”. Es lo que habita en el marco de la seguridad del mandatario provincial y de los organizadores políticos de los actos oficiales.
Lo acontecido en la noche del pasado miércoles cuando en la plaza Mitre de Goya el gobernador junto al intendente local se aprontaba a firmar el Pacto 2030 de la ciudad de Goya, un grupo de madres con pancartas y carteles pidieron a viva voz por la aparición con vida de Loan Peña. El nene de 5 años desaparecido de un paraje rural de la localidad de 9 de julio hace más de cinco meses. El caso está estancado en la Justicia Federal pero el gobierno de la provincia quedó enredado en el hecho por personajes cercanos a la órbita gubernamental, que participaron en una falsa denuncia sobre el asesinato del pequeño.
Además, uno de los detenidos es el ex comisario del pueblo quien está acusado de entorpecer la investigación. Ese funcionario policial tenía denuncias por abuso sexual cuando estaba al frente de una unidad en Curuzú Cuatiá. Por eso había sido trasladado a la jefatura de otra comisaría -9 de julio-, donde se produjo la desaparición de Loan. La periodista que denunció los abusos sexuales terminó brutalmente asesinada. Demasiada oscuridad sobre la administración provincial.
Retomando el episodio de plaza Mitre, un grupo de policías provinciales intentó neutralizar la protesta, pero ya era tarde. Videos y fotografías circulaban por las redes sociales, una autopista en la que gusta viajar el gobernador de la provincia.
En esa acción -la protesta en Goya- los operadores políticos del mandatario provincial ven más abajo del agua. Sospechan que la interminable interna radical esté allí y hay temor que hechos similares se reiteren a medida que transcurran los meses hacia las elecciones de 2025.
Se suma a todo lo descrito anteriormente el despido de funcionarios de segunda línea en el gabinete provincial que no exhiban lealtad al gobernador de la provincia lo que pone más tensión y ¿paranoia? en los organizadores de la agenda del titular del Poder Ejecutivo.