El mismo día de las elecciones primarias se advirtió de la apatía generalizada que hacía previsible un altísimo ausentismo. El gobierno de Domingo Peppo ya carga sobre sus espaldas no con un el plebiscito de su gestión como había pretendido hacer interpretar los resultados de esta elección antes de que se produjera, sino con el comicio con menor participación en la historia de las elecciones en la provincia desde 1983 en adelante.
El simplismo con el que aquellos que reniegan de la obligatoriedad de las PASO cuestionan el tener que salir de sus casas un domingo entre otros que vendrán por el desdoblamiento dispuesto por la provincia esconde el riesgo de lo que sería el fortalecimiento de un formalismo democrático, un planteo que fue muy criticado cuando fue pronunciado por el fiscal federal de la provincia de Córdoba Enrique Senestrari, que sostuvo que la necesidad de que “volvamos a ser realmente el pueblo el que gobierna y no el pueblo el que cada cuatro años pone un papelito”.
No ir a votar importa dejar en manos de quienes tienen capacidad de movilización el resultado de las elecciones. ¿Qué hubiera ocurrido si todos los que no fueron hubieran ido? No es posible predecir otro resultado, pero ya se ha visto qué ocurren cuando solamente van a las urnas el 50 por ciento de los obligados a ir.
Y todavía faltan las generales locales de julio, pero empezar más tarde a centrarse en el cronograma de las elecciones nacionales, con una primaria en agosto y las generales nacionales en octubre.
Quitando la notable ausencia de los chaqueños en las urnas, además del triunfo electoral del Frente Chaco Merece Más y el resultado que esto pueda permitir avizorar en el mes de julio, importa saber si todos los que votaron a los partidos apuntarán ahora a mantenerse dentro de lo observado en las primarias.
La cuenta que le gusta hacer al gobierno provincial es que con estos porcentajes estaría obteniendo las diez bancas que renueva, demasiado premio para la actual gestión, pero también el resultado justo para una oposición que hasta ahora no sabe cómo mostrarse como opción en la provincia. Demasiadas caras repetidas –aún en la renovación que presuntamente expone el oficialismo-, mucho más cuando se trata de la principal lista opositora.
Quizás el que primero analizó el resultado de esta forma sea el propio Domingo Peppo que no dejó pasar una semana para tomar más distancia de lo que había tomado hasta ahora del denominado “kirchnerismo”.
Después de navegar en aguas que quedaron en evidencia que no conoce, acercarse a los sectores del peronismo bonaerense que son aún más volátiles que el PJ chaqueño, Domingo Peppo, sale a pedir por la presencia del ex ministro del Interior, Florencio Randazzo “el mudo”. Quiere que le habiliten primarias en el PJ en su disputa contra Cristina Fernández por la primera candidatura a senador nacional en el principal distrito electoral del país.
Más que un movimiento de piezas en el PJ nacional en el que la atención que se le puede prestar a nuestro gobernador es igual a 0, Peppo juega a la política provincial. Pudo haber sumado si figura al lanzamiento del ex ministro de Cristina Fernández, pero no lo hizo. Fue demasiadas veces a Buenos Aires a sacarse fotos con sectores que en su momento criticaron a la ex presidente y ahora están alineados con ella buscando la forma de bloquearle el paso a su principal contrincante en las primarias bonaerenses que tiene las mismas fechas que las nacionales.
No. Peppo quiere mostrarse más distante porque está leyendo el resultado en el Chaco. Cambiemos, reducido a la Unión Cívica Radical en esta provincia, mostró sólo un par de resultados positivos. El de Sáenz Peña que representa el último y único bastión electoral y el triunfo ajustado pero triunfo finalmente en la ciudad de Resistencia.
Indudablemente que la figura en la ciudad de Resistencia fue el ex candidato a intendente, Leandro Zdero, pero sólo en el contexto de una participación tan acotada del electorado puede afirmarse que el voto de Cambiemos fue al segundo candidato de la lista radical.
El verdadero movilizador aún en la provincia es la grieta. Y allí es donde la figura de Mauricio Macri tiene peso y donde juega el gobernador Peppo para tomar toda la distancia que pueda de cristina Fernández, ahora alineándose con Randazzo.
Si el triunfo del Frente Chaco Merece Más en el resultado global es un plebiscito de la gestión de Domingo Peppo, ¿el resultado de Resistencia es un plebiscito de la gestión de Jorge Capitanich? El ex gobernador y actual jefe comunal aceptó ser uno de los oradores del disperso cierre del oficialismo. En General San Martín.
Aldo Leiva no necesita de dirigentes provinciales para garantizar un triunfo del PJ en una elección primaria. Más bien, Capitanich pareció desterrado de su propio municipio, y eso que el acto más cercano a la capital chaqueña se hizo en Barranqueras.
Y lo que se viene ahora es ¿podrá el gobierno provincial capitalizar la suma de todos los votos de las listas del Frente Chaco Merece Más, a la lista oficialista la DP? ¿Cuándo ya no haya tantas boletas en “cuarto oscuro” todos respetarán frentes y partidos?
La diferencia entre el FCHMM DP y Cambiemos A es de solo 20 mil votos. Y existe un universo de partidos, entre ellos el Partido Obrero, el Proyecto Nacional y Popular, el Frente Renovador, Progresistas, y muchos otros que también van a participar, sin contar las listas que acompañaron a los dos principales frentes.
Matemáticamente no todos irán de nuevo a los mismos lugares. El resultado de las generales es incierto. Al menos en los porcentajes, incluido el de la participación de la gente. No olvidar que lo que está en juego es el 10 a 6.
Si algo se podía prever antes del domingo, era justamente la apatía generalizada. Lo otro, es que pasadas las elecciones, lo que se viene es el ajuste. Y eso se dijo hace siete días “el modelo está garantizado”.
