Ni la brutal caída del salario real, ni la desbandada de la inflación, ni la profundización de la recesión económica mueven al Presidente de su defensa irrestricta del modelo económico.
En medio de la profunda recesión, la desbandada de la inflación y cuando todos los indicadores económicos son negativos, el presidente Mauricio Macri insistió este miércoles en que su Gobierno está "resolviendo de a poco los problemas que se fueron acumulando durante 70 años".
"Los primeros cinco meses de este año fue lo peor que me paso en la vida" aseguró el mandatario en diálogo con FM Música de la ciudad de Trenque Lauquen y ensayó un extraño autoelogio teniendo en cuenta los numerosos cambios ocurridos en el equipo económico que lo acompaña: "Es la primera vez que la Argentina entró en crisis con un equipo y reglas, y salió con el mismo equipo y las mismas reglas".
Macri visitó Trenque Lauquen junto a la gobernadora María Eugenia Vidal para encabezar una reunión del gabinete ampliado.
A pesar de la brutal caída del salario real Macri sostuvo que trabaja "todos los días para que cada argentino esté mejor", y se justificó una vez más: "sin crédito y con sequía, la única posibilidad es que el Fondo Monetario Internacional (FMI) nos acompañe para recorrer este camino, y con un apoyo muy grande del mundo como nunca antes".
Admitió que los impuestos "son muy altos" y que "hay que bajarlos para poder crecer", y "no creer más en propuestas mágicas".