En lo que fue otra gira exprés, Javier Milei repitió el mismo discurso de siempre, esta vez en Roma: grandilocuencia, “batalla cultural” y agravios a la izquierda
Javier Milei podría quedarse a vivir en Italia. Así lo habilita el pasaporte que Giorgia Meloni le entregó este sábado en reconocimiento a la “descendencia”, beneficio que también obtuvo su hermana Karina. Ocurrió en otra cumbre bilateral entre mandatarios, a lo que el Presidente argentino devolvió gentilezas al regalar su verborragia en Atreju, la convención partidaria de la extrema derecha italiana. Allí insistió en el mismo libreto de siempre: antipolítica -desde los fierros del Estado- y autoelogios extremadamente exagerados.
“Contra todos los pronósticos de los analistas y políticos profesionales, creían que íbamos a durar tan solo un par de meses y que no estábamos capacitados para gobernar. Tuvieron que tirar a la basura todos sus manuales”, resaltó Milei en el inicio de su discurso, al recordar que, días atrás, había cumplido un año al frente de la Casa Rosada. Luego, dejó una frase que algunos analistas ven un teledirigido a Victoria Villarruel. “En nuestro gobierno somos implacables. El que viene con agendas propias y no acata la línea del partido, es expulsado”, sostuvo Milei, sin mencionar a la vicepresidenta. Y añadió con una frase recurrente: “Roma no paga traidores”.
Luego, para generar aplausos, desplumó su discurso “antipolítica”. El jefe de Estado, que vive en una plena campaña electoral, dijo en un atril que “no es político” sino economista. “De hecho, siempre desprecié a los políticos por el daño que le hicieron a mi país”, aseguró Milei en su segundo día de actividades en Italia.
Ante un público afín, el Presidente remarcó que el año pasado cuando ganó la elección “todas las fórmulas y recetas de la comunicación política profesional fracasaron, la mayoría de la gente eligió algo diferente”. “Tengo mis propias recetas, que no son políticamente correctas ni tan profesionales, pero hasta ahora nos han dado resultado”, consideró el mandatario nacional, en un contexto en el que desde su llegada a la Rosada se dio un aumento de la pobreza y recesión económica, eso sí, con un decenso de la inflación. Y si bien en Twitter sus seguidores hablan de un éxito global, en este sábado caluroso, el discurso presidencial tuvo poco impacto: en el canal gubernamental solo tuvo 332 reproducciones.
Además, en una escena propia de Goodbye Lenin cuestionó al socialismo y expresó que “cuando el adversario es fuerte la única forma de derrotarlo es con una fuerza mayor”. Eso sí, se dio tiempo para citar al revolucionario ruso. “Como decía Lenin, que si bien era un zurdo reventado, dice cosas interesantes y hay que escucharlo, sin teoría revolucionaria no puede haber un movimiento revolucionario”, expresó Milei tras resaltar sus consignas políticas.
En la previa de la cumbre Atreju, la primera ministra de Italia le otorgó la ciudadanía de ese país a Milei y a su hermana Karina, secretaria general de la Presidencia, en reconocimiento a la “descendencia”. El Presidente habría comentado a la premier que él y su hermana son “75 por ciento italianos”, puesto que su abuelo paterno llegó a la Argentina desde la península itálica y que, por su línea materna, también corre sangr
En lo que fue otra gira exprés, Javier Milei repitió el mismo discurso de siempre, esta vez en Roma: grandilocuencia, “batalla cultural” y agravios a la izquierda
Javier Milei podría quedarse a vivir en Italia. Así lo habilita el pasaporte que Giorgia Meloni le entregó este sábado en reconocimiento a la “descendencia”, beneficio que también obtuvo su hermana Karina. Ocurrió en otra cumbre bilateral entre mandatarios, a lo que el Presidente argentino devolvió gentilezas al regalar su verborragia en Atreju, la convención partidaria de la extrema derecha italiana. Allí insistió en el mismo libreto de siempre: antipolítica -desde los fierros del Estado- y autoelogios extremadamente exagerados.
“Contra todos los pronósticos de los analistas y políticos profesionales, creían que íbamos a durar tan solo un par de meses y que no estábamos capacitados para gobernar. Tuvieron que tirar a la basura todos sus manuales”, resaltó Milei en el inicio de su discurso, al recordar que, días atrás, había cumplido un año al frente de la Casa Rosada. Luego, dejó una frase que algunos analistas ven un teledirigido a Victoria Villarruel. “En nuestro gobierno somos implacables. El que viene con agendas propias y no acata la línea del partido, es expulsado”, sostuvo Milei, sin mencionar a la vicepresidenta. Y añadió con una frase recurrente: “Roma no paga traidores”.
Luego, para generar aplausos, desplumó su discurso “antipolítica”. El jefe de Estado, que vive en una plena campaña electoral, dijo en un atril que “no es político” sino economista. “De hecho, siempre desprecié a los políticos por el daño que le hicieron a mi país”, aseguró Milei en su segundo día de actividades en Italia.
Ante un público afín, el Presidente remarcó que el año pasado cuando ganó la elección “todas las fórmulas y recetas de la comunicación política profesional fracasaron, la mayoría de la gente eligió algo diferente”. “Tengo mis propias recetas, que no son políticamente correctas ni tan profesionales, pero hasta ahora nos han dado resultado”, consideró el mandatario nacional, en un contexto en el que desde su llegada a la Rosada se dio un aumento de la pobreza y recesión económica, eso sí, con un decenso de la inflación. Y si bien en Twitter sus seguidores hablan de un éxito global, en este sábado caluroso, el discurso presidencial tuvo poco impacto: en el canal gubernamental solo tuvo 332 reproducciones.
Además, en una escena propia de Goodbye Lenin cuestionó al socialismo y expresó que “cuando el adversario es fuerte la única forma de derrotarlo es con una fuerza mayor”. Eso sí, se dio tiempo para citar al revolucionario ruso. “Como decía Lenin, que si bien era un zurdo reventado, dice cosas interesantes y hay que escucharlo, sin teoría revolucionaria no puede haber un movimiento revolucionario”, expresó Milei tras resaltar sus consignas políticas.
En la previa de la cumbre Atreju, la primera ministra de Italia le otorgó la ciudadanía de ese país a Milei y a su hermana Karina, secretaria general de la Presidencia, en reconocimiento a la “descendencia”. El Presidente habría comentado a la premier que él y su hermana son “75 por ciento italianos”, puesto que su abuelo paterno llegó a la Argentina desde la península itálica y que, por su línea materna, también corre sangre italiana.e italiana.
Con información de Resumen Latinoamericano