La Corte Suprema dice que no puede decirse que alguien murió de cáncer de pulmón solo por haber fumado.
En un fallo de estos días la Corte Suprema de Justicia rechaza que el fumar produzca cáncer en un caso particular planteado por la familia de un fallecido por esta enfermedad.
Sin embargo la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos ha aceptado, en demandas colectivas, que el fumar produce cáncer, y ha condenado a las tabacaleras a multas por cientos de millones de dólares, del mismo modo que la legislación argentina obliga a las tabacaleras a poner avisos en las etiquetas de cigarrillos que el fumar produce cáncer.
¿Quién tiene razón?
Como sabemos algunas personas que nunca fumaron murieron de cáncer de pulmón, y fumadores empedernidos por décadas murieron de otra cosa, lo cual demuestra que el fumar no es causa necesaria ni suficiente para tener un cáncer de pulmón. Cuando sepamos más del cáncer veremos porqué, por ahora sabemos muy poco, y quizás nunca sabremos lo suficiente para clarificarlo, para estas enfermedades que tienen células inmortales, distintas a las comunes, que solo viven 70-80 años, y raramente más, pero casi nunca más de 100.
Lo de causa necesaria y suficiente fue establecido por el médico alemán Koch, descubridor del microbio de la tuberculosis, que lleva su nombre, y otros microbios. Causa necesaria quiere decir que la enfermedad no puede aparecer si no está la causa, y estando la causa, es suficiente para que aparezca la enfermedad.
Koch creía este era el caso de la tuberculosis, pero no, solo es causa necesaria, puesto que solo un pequeño número de las personas infectadas con tuberculosis se enferman, y el médico que descubrió el virus del SIDA, anuncio que por fin había encontrado una causa necesaria y suficiente, pero tampoco, ahora sabemos que hay personas que tienen el virus del SIDA dentro, y no se enferman, de modo que el virus solo es causa necesaria.
Lo de que el fumar produce cáncer viene de estudios estadísticos, que establecen probabilidades en poblaciones, no en casos individuales, y sabemos que las poblaciones que fuman tienen más cáncer que las que no fuman, del mismo modo que sabemos que las poblaciones originarias tienen más probabilidad de tener tuberculosis que las de origen europeo, pero de allí a decir que un originario que tose tiene tuberculosis, hay la misma distancia que decirle a alguien que fuma que tendrá cáncer de pulmón. Solo se trata de una probabilidad mayor, que suele diluirse cuando se la contextualiza, y hace absurdo mandar todo un coro indígena al hospital más cercano solo porque uno tose.
La película Chernobyl tiene un buen ejemplo. Una mujer embarazada ha sido irradiada durante la explosión de esta central nuclear, y los especialistas aconsejan abortar por ser el riesgo de malformación 100 %. Un especialista yanqui que llega para ayudar a los rusos, aclara a la embarazada la confusión. Los hijos de una población tiene un 1 % de probabilidad de malformación, y 99 % de probabilidad de no tenerla, y los hijos de mujeres irradiadas tienen una probabilidad 100 % superior, es decir que ahora es 2 %, por lo tanto los hijos de mujeres irradiadas tienen 98 % de probabilidades de nacer bien.
Supongo la película tiene algo de propaganda yanqui, porque los rusos suelen saber más matemática que los yanquis, pero vale como ejemplo.
Todo está muy claro, suele decir el paciente al que su médico le explica estas cosas, pero ¿Qué me pasará a mí?
Frente a esta pregunta hay dos alternativas, una es decirle sinceramente al paciente que eso solo lo sabe Dios, (o lo decidirá el azar si es ateo), y la otra es decirle que se quede tranquilo, que a él no le pasara nada, siendo esta alternativa la que más tranquiliza al paciente, y cierta en el 98 % de los casos, según el ejemplo anterior, con el riesgo de que el chico nazca deforme, y la madre venga a quejarse de que se le aseguró que el chico nacería sin problemas.
Si de seguridad se trata, es obvio que abortar todos los embarazos seria la forma más segura de no tener nunca un hijo deforme de mismo modo que operar de apendicitis a todas las personas con dolor de panza seria la forma de asegurarse que nadie morirá nunca de una apendicitis que pasó desapercibida, aunque algunos morirán por complicaciones de la cirugía.
El lanzamiento del satélite Arsat ayer podía fallar, varios astronautas yanquis pulverizados en lanzamientos prueban esto, y por eso la presidente decía que cortaba clavos durante el proceso, así que imaginemos cuando la propia vida depende de probabilidades. Uno podría leer todo esto de las probabilidades leyendo en Internet, pero es más tranquilizador un médico que dice a la madre que se quede tranquila, que lo que tiene el nene no es nada, y que se deje de leer en Internet, que eso solo sirve para intranquilizar a la gente, puesto que el que nada sabe, nada teme. La vieja historia del fruto del bien y del mal. El hombre, por consejo de la mujer eligió saber. Bueno, los echaron del Paraíso, y que se las rebuscaran, ganándose la vida con sudor, y pariendo con dolor, como metáfora de que saber es peligroso, y por eso no entiendo muy bien los carpetazos entre dirigentes estos días, olvidando códigos. ¿No temen el descrédito de todos si la población se entera de todo?
El mismo estadístico que diseñó el estudio de fumar y cáncer de pulmón se dio cuenta de los peligros de confundir probabilidades con causas, y estableció una serie de criterios adicionales para evitarlo, los llamados criterios de Hill en su homenaje, que solo cumple la asociación fumar y cáncer de pulmón, de allí que muchas otras asociaciones que la prensa confunde con causas de enfermedad, y aún algunos profesionales de salud que pasaron las clases de estadística en sobrevuelo rápido, alarman innecesariamente a la población con que tales y tales cosas producen cáncer, u otros males, aunque la mayoría de la gente huele la trampa, y por eso, aunque hay una asociación entre tomar mate caliente, y cáncer de esófago, la gente sigue tomando mate, aún sin saber del inglés Hill, y sus criterios. Esa asociación solo cumple tres de los nueve criterios.
Esperemos que clases de Paenza por TV mediante, las cosas cambien en el futuro, y nuevas generaciones que sepan al menos las tablas de multiplicar y regla de tres simple se animen a estudiar ingeniería, o y no le pidan certezas al médico, que siempre dirá eso de que en medicina dos más dos no siempre son cuatro, por las dudas.
El fallo de la Corte agrega además que no es obligatorio fumar, fuma el que quiere, de modo que si tiene cáncer por eso, que se joda, es su decisión personal. Con un razonamiento idéntico la Corte de Estados Unidos ha derogado una legislación de la municipalidad de Nueva York, que prohibía vender vasos grandes de gaseosa, al saberse que las gaseosas son uno de los factores responsables de la epidemia de obesidad. Como en el caso del cigarrillo el gobierno avisa al ciudadano, pero si alguien quiere tomar vaso grande de gaseosa, y muere luego de complicaciones de la obesidad, es su decisión personal, que se joda.
“Las chinitas se embarazan para cobrar plan”, dirá un ministro provincial que pasará a la inmortalidad con esa frase, y claro que alguien podría decir que fue su decisión personal, pero ¿Qué otra alternativa real tiene una adolescente pobre en una villa? La mayoría de los Ni Ni, son adolescentes mujeres, deben ocuparse de la casa y los hermanos, pues su madre sale a trabajar.
Prohibir cultivar tabaco!, responde furioso un funcionario cubano que nos describe la epidemia de cáncer de pulmón en Cuba, a un colega que hace esta sugerencia. ¿Ud. cree la propaganda yanqui de que aquí hay una dictadura? No es así, esto es una democracia, el cubano debe ser libre para cultivar tabaco, y debe no fumar por estar concientizado de que no debe hacerlo para cuidar su salud. Lógicamente el tabaco no fumado por el cubano concientizado no se tira, sino que puede exportarse, lo que hacemos en Argentina concientizando sobre los peligros del tabaco, y subsidiando al productor para que plante lo más posible para ser exportado a países aún no concientizados.
Todos estos elementos muestran la complejidad detrás del fallo de la Corte, que espero sirva para que algunas personas dejen de fumar, o dejen de pensar que si el riesgo es tan bajo a mí no me va a tocar, y a veces pienso que tienen razón los colegas que dicen que sin exagerar los riesgos nadie se asustaría lo suficiente, puesto que eso de concientizar solo es fantasía, ya que sin peligro de multas nadie se pone el cinturón de seguridad, o el casco, y la prueba es que solo andan con casco los que andan en zonas de la ciudad donde merodean los zorros en días hábiles, pese a la intensa concientización desarrollada por varios organismos en los últimos años, nacionales, provinciales, municipales, universitarios, de obras sociales, etc., de manera que si algo sobra aquí es concientización en materia de salud.